Abstract | dc.description.abstract | Las convenciones internacionales a las que se ha
adscrito Chile, promueven al patrimonio como el
reflejo de la identidad de toda la nación. Así también
lo evidencia la Ley 17.288 al identificar los “monumentos
nacionales” como relevantes para el Estado
y, por consiguiente, para el interés público. Pero al
analizar estadísticamente los Monumentos Históricos
Inmuebles de Santiago, se observa que esta visión
no se cumple, puesto que sobre el 60% de las obras
declaradas datan de fines del siglo XIX y principios
del XX, lo que indicaría a priori que poseen características
muy similares entre sí. Lo que esto evidenciaría
es que existiría un imaginario sobre el patrimonio,
el que se ha delimitado por el acuerdo colectivo
implícito de las características arquitectónicas que
deben poseer los inmuebles. Y si bien Salim Rabí,
arquitecto de la Universidad de Chile y doctor por la
Universidad de Sevilla, ha evidenciado la existencia
de un imaginario en el patrimonio y ha concordado,
junto a otros autores, con los resultados que arrojan
las estadísticas, ninguno ha hecho hincapié en cómo
los inmuebles patrimoniales, con sus características
arquitectónicas, están influyendo en este imaginario.
La presente tesis, basándose en la teoría de los imaginarios
sociales de Cornelius Castoriadis, en la teoría
de la imaginación de Kant, en la semiótica de tradición
filosófica de C. S. Peirce, los planteamientos de
Juan Omar Cofré sobre estética fenomenológica, la
revisión sobre estética de la recepción realizada por
Sánchez Vásquez, la teoría de la acción comunicativa
de Jürgen Habermas y la teoría de la comunicación
artística de Max Bense; plantea que el imaginario
del patrimonio en Chile que las autoridades han
construido –y que ha sido parcialmente identificado
por Salim Rabí– no solo se rige por un discurso en
el plano del valor histórico de las obras, es decir,
por la época o hecho histórico que representa, sino
que también se define por un discurso estético-semiótico
en el plano del valor arquitectónico. Esto
sugiere que los agentes hegemónicos encargados de
la declaratoria patrimonial también han concordado
en seleccionar inmuebles de signos o características
arquitectónicas comunes, fenómeno que se evidencia
en Santiago. Al ser una acción comunicativa o un
proceso de comunicación que se da en signos, el rol
de este discurso es conservar, transformar y retransmitir
a la ciudadanía subalterna las imágenes mentales
arquitectónicas que configuran al imaginario y
que ilustran a modo de símbolo los conceptos de los
valores restantes, soslayando los signos de dominación
cultural del discurso histórico y, por lo tanto,
contribuyendo a la legitimación del imaginario.
1.2. Palabras claves
Patrimonio arquitectónico, discurso, estética, semiótica,
hegemonía, imaginario social, Santiago, Chile. | es_ES |