Abstract | dc.description.abstract | Por sus condiciones geográficas y demográficas, la contaminación atmosférica existente en la ciudad de Santiago es un problema a resolver. La política pública ha destinado esfuerzos por combatirla hace décadas. Muestra de ello es la puesta en marcha del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana (PPDA), el año 1998, y sus reformulaciones los años 2003 y 2009.
Esta preocupación sigue manifestándose en ajustes a la política pública. El año 2015, por ejemplo, hubo una actualización de la norma en el PPDA según la cual se decretan los episodios críticos, denominados alertas, preemergencias y emergencias ambientales. Anteriormente el foco se ponía en el material particulado de 10 micrómetros o menos (MP10); posterior al ajuste, también se evalúa la concentración en el aire de material particulado de 2,5 micrómetros o menos (MP2,5), conformado por partículas más pequeñas y más dañinas para la salud. Esto ha incrementado de manera importante la cantidad de episodios críticos decretados.
Las fuentes de emisión de contaminantes son muy variadas. Una de ellas son las fuentes móviles, dentro de las que se cuenta el transporte público.
El 10 de febrero del año 2007, se puso en marcha una renovación completa del sistema de transporte público de la ciudad: el plan, conocido como Transantiago, generó una transformación radical "en una noche" (Muñoz, et al., 2009). De un día a otro, se disminuyó de manera importante la cantidad de buses, se cambiaron los recorridos y la forma de pago, entre otras modificaciones. Estuvo plagado de problemas de diseño e implementación1, algunos de los cuales se fueron resolviendo con ajustes posteriores.
Previo a la implementación del Transantiago, los buses representaban una importante fuente emisora de contaminantes al aire: al año 2005, se estima que representaban un 7% de las emisiones totales de MP10 y MP2,5, y un 19% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) (Dictuc, 2007).
Si la reducción de la contaminación en una ciudad como Santiago es una preocupación de la autoridad, es necesario estimar el impacto de políticas públicas que tengan efectos sobre ésta, como el Transantiago. | es_ES |