Nicaragua tuvo un desastre de desarrollo durante el período de guerra
civil e indefinición de sistema económico que, a grosso modo,
corresponde al período de 1978 a 1993. Sin embargo, la recuperación
posterior ha sido muy modesta y el país aún tiene un PIB per capita
bastante inferior (en términos reales) al alcanzado en 1977. Este estudio
indaga cuáles han sido las mayores restricciones al crecimiento de
Nicaragua desde 1994. Las dos restricciones a la inversión privada más
importantes dicen relación con el marco institucional (en particular, la
indefinición de los derechos de propiedad, la corrupción, y la escasa
eficiencia del sector público) y con la falta de infraestructura adecuada
al crecimiento, en un marco macroeconómico con vulnerabilidades
que emanan de la dependencia de los recursos externos concesionales.
Usamos el término infraestructura tanto en su acepción tradicional
(caminos, puertos, aeropuertos) como de manera más genérica: las
instituciones necesarias para que sectores específicos puedan
desarrollarse.
Es altamente probable que la potencialidad de crecimiento de
Nicaragua esté en la diversificación de su producción agrícola y
agroindustrial, sector donde ya han surgido una serie de nuevos
productos de exportación en pequeña escala. El problema que
enfrentan empresarios innovadores en este sector es la escasez de
bienes públicos sectoriales, que incluyen la indefinición de los
derechos de propiedad en el campo, la baja calidad de la
infraestructura, la ausencia de instituciones públicas que avalen y
protejan la trazabilidad de los alimentos, la insuficiencia de los
servicios de comercialización y la escasez de crédito productivo para
nuevos emprendimientos.
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Universidad de Chile, Facultad de Economía y Negocios