Solo recita el que no sabe tocar: voces del guitarrón chileno en este siglo
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Lagos Lira, Claudia
Author
dc.contributor.author
Alarcón López, Jaime Rodrigo
Author
dc.contributor.author
Sancy Romero, Tamara
Admission date
dc.date.accessioned
2017-07-27T14:55:36Z
Available date
dc.date.available
2017-07-27T14:55:36Z
Publication date
dc.date.issued
2009
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/144811
General note
dc.description
Memoria conducente al título de Periodista
es_ES
Abstract
dc.description.abstract
No hay en el mundo un instrumento como el guitarrón chileno. Es único.
Producto de una misteriosa conjunción de elementos, se forjó solo en la zona
central de Chile. Ahí ha permanecido por siglos, casi esfumándose y ahora
creciendo hasta llevar su irrepetible sonido por paisajes que parecían
inimaginables.
Hablar solo del guitarrón es hacerlo de una herramienta que no tiene con
qué trabajar. No se concibe en forma aislada. Lleva impregnadas las marcas del
canto a lo poeta, las incontables décimas a lo humano y a lo divino que se cantan
con las melodías que de sus cuerdas brotan. Esas que sonaron en tantos campos
chilenos, pero de pronto parecieron apagarse en casi todos ellos.
Fue Pirque el lugar donde lo siguieron cultivando cuando el guitarrón pudo
callar para siempre. Apenas unos kilómetros al sur de nuestro Santiago natal. Ahí a
unos pasos. Solo bastaba acercarse para encontrarlo. Para querer hacerlo nuestro.
Todo el peso y riqueza de una tradición como el canto a lo poeta son motivo
suficiente para emprender una investigación. Es un océano donde sumergirse. Una
y otra vez, encontrando en cada ocasión paisajes nuevos.
Pero así como lo hace el mar con los pescadores o la montaña con los
arrieros, hay también en el guitarrón un motivo inefable para acercarse. Un llamado.
Algo parece esconderse en el sonido de esas 25 cuerdas y, sinceridad de por
medio, sigue siendo inasible. Qué es, es una interrogante que acompañó toda
nuestra investigación. Hasta ahora se cultiva mejor en el terreno de la búsqueda
antes que en el de la certeza. Y no es incapacidad nuestra. Se lo pregunta a sí
mismo uno de los guitarroneros que habitan en las páginas que siguen a
continuación. ¿Qué es lo que me inquieta de este sonido?
Hay un trecho que otros ya han recorrido. Afortunadamente, en algún
momento hubo quienes pusieron su mirada sobre el instrumento y el fértil mundo que gira a su alrededor. Lo quisieron conocer, lo registraron, intentaron explicarlo.
Gran parte de ese material se ha vuelto imprescindible por escasez. La falta de
archivos sobre el origen y la evolución del guitarrón y el canto a lo poeta,
considerando su carácter singularmente chileno, es asombrosa. Por lo mismo, cada
señal, por fugaz que sea, se convierte en una guía útil.