Abstract
Los santiaguinos tienen miedo. Sus prácticas sociales y ciudadanas están siendo destruidas por una paranoia que se propaga con efectividad. La idea de una ciudad derrotada por la delincuencia, se instala como verdad oficial a partir de la información transmitida por los medios de comunicación y se convierte en el camino más fácil para que políticos y empresas de seguridad hagan del miedo su negocio. Paradójicamente, Santiago sigue siendo una de las ciudades más seguras de América Latina.
General note
Memoria audiovisual para optar al Título Profesional de Periodista