Abstract | dc.description.abstract | En esta investigación me interesa articular un campo de estudio: la Archivística
Histórica, entendida como un puente vinculante entre dos disciplinas para indagar la historia
de los archivos y los documentos. Utilizando la genealogía foucaultiana como una
herramienta metodológica y analítica, pretendo aplicar este modelo de estudio en un caso de
estudio concreto: el proceso de conformación del archivo de la Parroquia de El Sagrario de
Santiago de Chile entre los siglos XVII y XVIII.
Para ello, analizo las diferentes normativas –tanto de la Corona como de la Iglesia–
que convirtieron a la Parroquia de El Sagrario en una institución productora, organizadora y
conservadora de documentos en dicho periodo. En un contexto de colonización y en un
Occidente que se concibió como cuerpo, las parroquias indianas fueron concebidas como
satélites imbricados a un sistema de recopilación, ordenación y sistematización de
información para acrecentar el conocimiento y el poder de la Monarquía. También, fueron
percibidas como un mecanismo de extensión de los sentidos de los sucesivos monarcas. Los
curas rectores y sus tenientes, así, devinieron en parte de sus ojos, oídos y manos, tal como
declararon algunos textos emblemáticos y de ciencia política que circularon en esa época.
Más adelante, analizo hasta qué punto la legalidad se plasmó en la práctica laboral de
los distintos funcionarios eclesiásticos durante esos 30 años, enfocándome en las prácticas
de escritura y vaciamiento de información en los libros de bautismo. Sostengo que la
disposición originaria de la función atribuida al archivo se mezcló con intereses
administrativos e institucionales más locales y el registro fue heterogéneo y variopinto. En
una sociedad que delegó la escritura como la colonial, fueron ellos los encargados de
estampar el relato oral de sus clientes en un soporte duradero y bajo un formato organizado
que permitió una futura accesibilidad a los habitantes de Santiago que buscaron una garantía
de sus derechos y de su memoria. Fueron ellos, también, los autores intelectuales de los
escritos materiales que, más adelante y en otro contexto, fueron y han sido utilizados por los
investigadores –principalmente, demógrafos históricos y genealogistas– para reconstruir el
pasado y representar el pasado.
Esta doble función –de ventrílocuo en su mundo y de filtro que modela las
percepciones sobre el pasado de los investigadores– obliga a interesarse en las prácticas
iv
archivísticas de estos sujetos y, conjuntamente, en el contexto en que desarrollaron sus
actividades. De ahí que este proyecto proponga leer los archivos desde los distintos contextos
de producción –intelectual, político, institucional y técnico– para concebirlos como un objeto
de investigación y problematización. Así, me hago parte del debate contemporáneo que se ha
denominado como giro archivístico e incorporo los aportes conceptuales y metodológicos de
la Archivística, una disciplina embrionaria, poco y mal conocida en la Academia y que es
vista como una técnica o una ciencia auxiliar en Chile. Esta minusvaloración local no difiere
radicalmente del panorama experimentado en otros países. Sin embargo, en momentos de
centralidad académica y social de los archivos, considero que es justo y necesario
posicionarla para dar cuenta de su potencia y valor como disciplina autónoma, abierta y
dialogante.
Tomar consciencia de que existe una realidad que rodea a los archivos, que son
instituciones con prácticas administrativas que pueden diferir de la reglamentación, que
funcionan con humanos –y no máquinas– que producen, custodian y sistematizan la
información, que esas personas poseen distintas capacidades y motivaciones y que, en fin,
los archivos y los documentos tienen una historia, podría contribuir a enriquecer nuestra
lectura de este tipo de fuentes. Más aún, repensar los archivos por medio del análisis de los
mecanismos de su confección (aunque sea sólo de una parte de su documentación) podría
ayudar, conjuntamente, a cuestionar nuestro trabajo como historiadores y estar más atentos a
los límites de la producción del conocimiento historiográfico. | es_ES |