Históricamente el concepto de movilidad social ha concitado gran
interés en las ciencias sociales. Esta atención ha generado un amplio conocimiento
tanto en torno a las marcadas diferencias que existen entre países,
en el grado de persistencia de la condición social entre generaciones, como
también en relación a los factores que fomentan o limitan la movilidad
social. Pese a esta tendencia, el conocimiento sobre la movilidad social en
Chile es escaso. En este sentido, este trabajo constituye un aporte en esta
materia, ya que, según nuestra información, se trata de la primera investigación
que se realiza con el objetivo de establecer el grado de movilidad
intergeneracional del ingreso que existe en nuestro país.
Estudiar la movilidad intergeneracional es importante por tres motivos
principales. Desde una perspectiva normativa, existe un creciente consenso
en la literatura académica de privilegiar la igualdad de oportunidades
por sobre la igualdad de resultados (típicamente de ingresos) como el objetivo
relevante para orientar las políticas públicas en materia de equidad
social(1). En este contexto, el concepto de movilidad intergeneracional del
ingreso ha sido considerado una medida del grado de igualdad de oportunidades
existente en un país. Así, un mayor índice de movilidad intergeneracional
indicaría que el origen socioeconómico de los individuos sería menos
importante para determinar el conjunto de oportunidades disponibles
para ellos.
Por otra parte, una mayor movilidad social promueve una asignación
más eficiente de los talentos y recursos humanos, objetivo que es funcional
para el mejor desempeño de una economía de mercado como la chilena.
Debido a que los talentos y las ventajas comparativas potenciales de los
individuos están distribuidos a través de los diferentes estratos socioeconómicos
de una sociedad, un mayor grado de movilidad intergeneracional
permitiría que dichas capacidades pudieran asignarse a aquellas actividades
en conformidad con sus ventajas comparativas. Asimismo, la posibilidad de
tener mayor movilidad social genera incentivos para que los individuos
realicen un mayor esfuerzo para surgir y aprovechar sus cualidades propias
(ventajas comparativas).