Esta memoria pretende realizar un recorrido por las distintas apreciaciones estéticas, relacionadas no solo con las aptitudes adquiridas en una Facultad de Artes, sino también, con mi propio imaginario de infancia y otras vivencias.
En esta experiencia fui testigo de aciertos y desaciertos, llegándome a interesar vivamente por disciplinas y materiales nunca antes caviladas.
El texto comienza con mi vinculación con la pintura donde, poco a poco, mi percepción respecto a ella fue cambiando. La experimenté de distintas formas, existiendo una evolución, cuestionamientos y dudas. Las obras descritas, están relacionadas con aquellos referentes que despiertan una infinita curiosidad e intriga.
Respecto a mi desarrollo en la carrera, haber realizado cambios de taller, instrumentos y materiales, fueron decisiones fundamentales que me permitieron estar constantemente en una búsqueda, abriéndome experiencias exploratorias, como la instalación, el objeto y el dibujo, disciplinas que hicieron posible algunas exposiciones hasta conducirme a un trabajo sobre tela, permitiendo revivir y perpetuar mis motivaciones e inquietudes más recientes.
Al mismo tiempo, la poesía influyó en cada decisión y modo de percibir las cosas. La sensibilidad es una característica que cuesta hacer visible y que ha permitido dar inicio a un recorrido que, sin dudas, seguirá siendo explorado.
Es una invitación a conocer cómo las diversas prácticas artísticas, preferentemente el escenario de la pintura, han influenciado en mis hallazgos y ansias de encontrar el puerto de cada decisión