Abstract
Los estudios sobre la expansión y dominio incaico en el sector meridional del Tawantinsuyu han tendido a minimizar el impacto del Inca y han concebido a este territorio como una zona marginal al Cusco (Uribe 1999-2000). De este modo, la expansión se ha reducido y adjudicado limitado la observación de otros aspectos relevantes sobre la participación de este territorio dentro del Tawantinsuyu