Crédito investigación y desarrollo frente a los nuevos desafíos de la inteligencia artificial

Abstract

Desde la promulgación de la Ley de I+D en 2008 y especialmente las modificaciones respectivas en 2013, las empresas en el país han ido incrementando sus gastos en Investigación y Desarrollo (I+D), para lo cual, la ley otorga un beneficio tributario. Por lo tanto, hemos querido establecer si los requisitos legales para que la CORFO subvencione proyectos de investigación y desarrollo, contempla factores relacionados con la Inteligencia Artificial (IA) vinculado con la mano de obra, y es en este contexto, el desarrollo de la presente AFE. La hipótesis del presente trabajo es que la ley referida no contemplo factores relacionados con la IA que a través de los beneficios tributarios pudiera afectar la mano de obra mediante la no contratación de las personas. Para lo cual, a través de un análisis dogmático analizaremos los preceptos de los factores que pudieran afectar la mano de obra por la aplicación de IA. El crecimiento económico en la historia del ser humano se ha visualizado a través de las revoluciones industriales y principalmente en esta última, la cuarta (IV), donde el actor principal es la tecnología, motivo por el cual, se le ha llamado la Revolución Tecnológica. En este contexto, la irrupción de la IA conlleva un nuevo cuestionamiento sobre los efectos en la mano de obra y el empleo y, en consecuencia, es dable estudiar si la presente ley presenta los mecanismos que pudieran vincular el incentivo fiscal con el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías, como la IA, con los efectos en la mano de obra y el empleo. La presente ley de I+D, en lo principal, define Investigación y Desarrollo, basándose en normativa y compendios internacionales aplicados por la OCDE, además, regula los mecanismos, procedimientos, organismos e instituciones, y requisitos para que las empresas puedan utilizar el beneficio fiscal cuando realicen inversiones en I+D. en consecuencia, cualquier proyecto que sea certificado para el uso del incentivo tributario debe ampararse en que se trata de Investigación, sea básica o aplicada, y/o desarrollo, no contemplando otros elementos como por ejemplo, la innovación. Desde un análisis tributario, el beneficio fiscal, se manifiesta en reconocer un gasto aceptado, y por otro, un crédito al impuesto de primera categoría, por lo tanto, si medimos el beneficio neto que pudieran lograr las empresas, éste sería de un 51,25%. Si consideramos que entre 2012 y 2017 se aprobaron 1.030 proyectos por MM$222.641, el incentivo tributario es importante. Desde un análisis de los gastos en I+D y su relación con la IA, como por ejemplo; por sector o actividad, por tipo de gasto, por tamaño de empresa, por investigación o desarrollo, observamos cómo las empresas han invertido más en desarrollo que en investigación básica, y en sectores productivos o manufactureros que en tecnología. Si visualizamos la relación entre la IA y los efectos en la mano de obra, se han efectuados estudios que contemplan que determinados empleos se verán afectados con la utilización de la IA, principalmente aquellos que sean susceptibles de ser automatizados en Chile, como por ejemplo, operadores de entrada de datos, modelos de arte y publicidad, entre otros. Sin embargo, conjuntamente con estos efectos, también se visualizan oportunidades laborales y económicas, dado que se requerirán nuevos profesionales en estas áreas. En conclusión, bajo el prisma de establecer si el cuerpo legal sobre I+D establece requisitos al incentivo tributario que pudiera afectar la mano de obra por la aplicación de IA, logramos identificar que la Ley N°20.241 no establece literal y expresamente factores que la relacionen con la Inteligencia Artificial, dada las definiciones de Investigación y Desarrollo establecidas en nuestro cuerpo legal, excluyendo la Innovación como parte de I+D, entendiendo que la innovación si pudiera incorporar la IA como parte de un factor de propulsión en las actividades económicas.