Abstract | dc.description.abstract | Este informe, analiza el impacto económico de la crisis sanitaria - COVID-19 - en el mercado financiero, mostrando que el mundo esta fuertemente conectado e integrado y los impactos de la enfermedad van mucho más allá de la mortalidad, porque hemos visto en diferentes países severos bloqueos que han llevado a una disminución en el consumo e interrupciones a la producción, afectando a las empresas y al empleo. Generando en el mercado bursátil, fuertes caídas y una volatilidad que se encuentra en niveles similares o superiores a la crisis financiera del año 2008/9, ya que esta vez, nos enfrentamos a un choque combinado de oferta y demanda, y con herramientas económicas limitadas. Principalmente, porque casi no hay espacio para el estímulo monetario (tasa de interés baja) que permita ayudar a sostener los riesgos venideros o futuros, sobre todo, cuando la implementación de medidas correctivas está directamente relacionada con el cierre de fronteras y con el confinamiento de las personas, evidenciando que el gasto discrecional de los consumidores colapsará, por lo que parece inevitable una recesión global.
A pesar de la globalización, muchas actividades y servicios comerciales siguen siendo de origen local, lo que genera un fuerte impacto negativo en la economía. Afectando a la industria de créditos de consumo, tanto en el ritmo de crecimiento como en la calidad de la cartera. Ya que bajo un contexto económico desfavorable - golpeado por la pandemia del COVID19 -, los niveles de riesgo de los créditos de consumo comenzarán a debilitarse en el periodo 2020, afectando el gasto en provisiones del sector debido a un incremento en el riesgo del portafolio, lo que impactará, la capacidad de generación de resultados positivos de la industria, dada la alta sensibilidad de este segmento al desempleo y a las condiciones de la economía. Por ello, dentro de los oferentes de créditos de consumo, el Retail financiero y los bancos fueron los sectores que evidenciaron una mayor desaceleración de la actividad en el tercer trimestre de 2020 (-20,89% y -13,0%, respectivamente). No obstante, los buenos niveles de cobertura de provisiones y las medidas de apoyo a los clientes podrían compensar, en parte, el deterioro esperado en la calidad de los créditos de consumo. | es_ES |