Abstract | dc.description.abstract | El objetivo de este trabajo ha sido revisar los antecedentes existentes que
pudieran tener relación con las posibles causas de los eventos de mortandad
masiva de peces ocurridos en el Embalse Rapel, en la Región del Libertador
Bernardo O'Higgins.
Para esto se han revisado los informes científicos encargados por División El
Teniente de Codelco Chile, las bases de datos de calidad de agua de la misma
empresa, así como las publicaciones nacionales disponibles sobre el caso, y la
literatura internacional sobre mortandades de peces en cuerpos de aguas
continentales.
La principal conclusión alcanzada es que no existe una base de datos coherente
y normalizada (existe varios estudios, en los que no siempre se miden los
mismos parámetros, debido a que apuntan a diferentes objetivos ), que permita
caracterizar las condiciones hidroquímicas y físicas del Embalse en los períodos
en que ocurrieron las mortandades, lo que impide identificar tanto la causa
inmediata de la mortandad como los factores que hayan contribuido a ella. Esto
se debe a que no ha habido un esfuerzo sistemático de monitoreo de todos los
parámetros que se requieren para establecer una causa, debido al costo que ello
implica.
Sin embargo, Ia información existente indica que el Embalse está sometido a un
impacto antropogénico importante, con signos severos de eutroficación, debido a
una diversidad de efluentes industriales, agrícolas y domésticos que se evacúan
sin control al mismo. Esto se refleja especialmente en algunos parámetros
fisicoquímicos que sobrepasan la norma de requerimientos de calidad de agua
para distintos usos, como por ejemplo el sulfato y el molibdeno. También se
destaca la mala calidad bacteriológica de las aguas, especialmente en las zona
impactadas por el desagüe de los ríos Cachapoal y Tinguiririca. Adicionalmente,
se ha detectado un cambio en la composición de microalgas del Embalse, lo que
también respondería a un cambio en las condiciones de calidad del agua del
embalse.
Sin embargo, la subcubeta. Alhué (correspondiente a la zona del embalse Rapel
en donde, antes de la formación de éste, corría el Estero Alhué) se puede decir
que está aislada de las subcubetas del Cachapoal y de Rapel (Cortina) (Hillmer,
l. & Niño Y.,2000), y hay un leve mezclado sólo en la parte poniente de la
subcubeta Alhué. Con esto, no se puede considerar la influencia de los ríos
Cachapoal y Tinguiririca en toda su magnitud, sino más bien hay que considerar
las influencias de la ribera y los esteros y canales de la subcubeta Alhué.
Además del estero Alhué que está influenciado por las aguas claras
provenientes del Embalse Carén hay que sumar el aporte de los canales de
regadio que desembocan en esta subcubeta, los cuáles tienen aguas con altos
contenidos de materia orgánica y son de baja calidad bacteriológica (Manuel
Contreras, comunicación personal)
El Embalse Carén tiene un alto aporte de sulfatos y de molibdeno (los valores de
concentración (de masa) sobrepasan la norma de uso de agua para riego (NCh
1 333i1978)). De éstos, el sulfato presenta el riesgo de que en condiciones
reductoras (anóxicas) se puede convertir en sulfuro de hidrógeno, que puede
matar a los peces. Esta transformación puede ser mediada por bacterias sulfato
- reductoras que se encuentran sobre los sedimentos. Hay evidencias de la
presencia de ella en el sistema Carén - Alhué según el Estudio de la Universidad
Católica del Norte, Sede Coquimbo. Sin embargo, se ignora si éstas están
presentes en el Embalse Rapel. Los sedimentos en la subcubeta Alhué son
anóxicos (Manuel Contreras, comunicación personal), con lo cuál los
compuestos que toman contacto con éstos podrían reducirse.
Lo que tampoco se ha investigado en esta parte del Embalse, es la presencia de
pesticidas, lo que tampoco se podría descartar.
En cuánto a la disminución de oxígeno, se ha visto que en general los niveles
son normales y la columna de agua tiene sólo una zona óxica en la subcubeta
Alhué, y en el informe de la Universidad Católica del Norte no hay indicios de que
está haya sido la causa.
Sólo a través de un programa de monitoreo periódico de la calidad del agua del
Embalse, y de una evaluación de los efluentes que recibe, se podría establecer
si las mortandades de peces son causadas por un tipo específico de aporte
contaminante o alguna combinación de varios factores. También es necesario
evaluar los efectos acumulativos de contaminantes, como los metales y
nutrientes, y el posible riesgo asociado a su acumulación progresiva de
elementos exógenos en los sedimentos del Embalse. | es_ES |