Educación sexual en Chile, un análisis del juego de actores de las políticas y programas

Abstract

Uno de los factores que afecta a las directrices para velar por el cumplimiento de una educación sexual que esté alineada con los objetivos ODS corresponde a la alta variedad racional que presentan los diferentes actores involucrados en la confección de políticas en torno a esta temática. Dado el impacto que tiene la educación sexual en los/as jóvenes y niños/as, el objetivo del presente trabajo es analizar la economía política (juego de actores) que ha definido las políticas de educación sexual, las arenas en que se han desplegado y las estrategias que han seguido, identificando la distancia de la política con respecto a las mejores prácticas internacionales. De manera de realizar esto, se plantearon hipótesis sustentadas por el marco teórico y evidencia internacional. Para encontrar evidencia en torno a las hipótesis, se realizó un análisis de la discusión de la ley 20.418, la cual es la única vigente que trata la educación sexual; un análisis de prensa en torno a la participación de diferentes actores dentro de los últimos tres proyectos de ley que se han discutido en torno a sexualidad y se realizaron 9 entrevistas a diferentes actores involucrados con la educación sexual del país y/o que han participado activamente en las discusiones del congreso en torno a esta temática. Con estas respuestas, el análisis de prensa y la revisión histórica de la ley 20.418, comparando con los resultados internacionales y analizando los argumentos que se han dado en el Congreso, solo se pudo encontrar evidencia a favor de tres de las cinco hipótesis planteadas. Esto establece que los grupos religiosos presentan una mayor influencia en la arena educacional que en la de salud, en educación hay mayores trabas para poder formular políticas en torno a educación sexual y que, en general, los establecimientos educacionales no cuentan con herramientas que le permitan al país alcanzar resultados similares a aquellos referentes en educación sexual. En conclusión, se puede confirmar que las directrices que velan por el cumplimiento de la política de educación sexual (Ley 20.418, inciso 4 art. 1) en el país, no bastan para cumplir con los objetivos ODS y los planteados por esta misma. Sin embargo, los resultados no establecen el grado de impacto que tienen las causas de este problema, por lo que habría que complementar la investigación con un análisis cuantitativo de estas variables. Finalmente, es necesario recalcar la importancia de fortalecer la educación sexual del país, ya que es un pilar fundamental en el desarrollo de los/as estudiantes.