No me quedan más que dos
Tesis
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Acceso abierto
Publication date
2022
Professor Advisor
Abstract
Lorena (43) tiene un sentimiento de soledad que la sigue de toda la vida. Ella forma parte de una
familia constituida por los matrimonios de los hermanos de Lorena con sus respectivas parejas, los
cuales ya llevan muchos años de duración y con varios hijos.
Pero en el año 2013, Lorena conoce a Rodolfo (53), un ingeniero comercial de una familia con valores
e ideas parecidas a las de Lorena, pero, sobre todo, con un amor desmesurado por los animales,
especialmente los perros.
Los dos se casan al año de conocerse y construyen una vida en función de vivir lejos de la ciudad en
una casa grande con un patio que les permitiera tener muchos perros. Compran su primera propiedad a
las afueras de Machalí en un condominio y adoptan a tres perros grandes antes de terminar de
amueblarla para que vigilen la casa, teniendo una cantidad inicial de cinco perros sumado a los perros
pequeños que siempre están dentro de la casa.
Con el paso de los años, el matrimonio se deteriora debido a la situación de desempleo de Rodolfo y a
sus escasos esfuerzos por encontrar otro trabajo o de crear otras fuentes de ingresos, lo cual provoca
que Lorena sea quien mantenga la totalidad de los gastos de la casa, que pague las deudas que su
marido genera y la mantención de sus mascotas, las cuales aumentan debido a que Rodolfo adopta sin
parar a perros de diferentes lugares, razas y tamaños en función de seguir alimentando el amor que
siente Lorena por ellos para tenerla tranquila y no le haga problemas por la situación en que la tiene,
llegando a tener alrededor de trece perros en el 2016 y dieciocho en el 2018, por lo que se mudaron a
una propiedad más grande en Chicureo.
En 2019, Lorena decide divorciarse de Rodolfo, por lo que este comienza a maltratarla
psicológicamente, a aumentar la cantidad de perros que trae a la casa y a buscar otras herramientas
con las cuales poder manipular a Lorena, dándole sets de dibujo y pintura que paga con el dinero que
ella gana sabiendo que esa es otra cosa que a ella le gusta. Pero, su táctica no funciona y después de
un nuevo episodio de maltrato Lorena escapa de la casa aprovechando la ausencia de su marido
llevando consigo unas pocas maletas y a solo a dos perros pequeños que pudo llevarse con ella,
dejando atrás a los 18 restantes.
A pesar de lograr huir, Lorena continuó siendo víctima de los maltratos e intentos de manipulación de
Rodolfo, recibiendo llamadas telefónicas todos los días, amenazas de suicidio si es que no volvía con
él, episodios de acecho en su casa y lugar de trabajo y hackeo de su computador y teléfono móvil para
controlar sus actividades. Lorena debe escapar nuevamente a un lugar donde realmente Rodolfo ya no
pueda encontrarla.
En 2022, Lorena logra oficializar su divorcio, pero los procesos legales sobre las deudas de su marido
que ella sigue cubriendo con su dinero, las cicatrices psicológicas generadas por el maltrato y el cargo
de conciencia que ella misma se autoimpone por haber abandonado a sus mascotas todavía no
desaparecen, al igual que ese sentimiento de soledad que intenta sobrellevar dibujando o pintando un
nuevo cuadro y con la compañía de los dos perros que le quedaron.
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Tesis para optar al grado de Magíster en Cine Documental
Identifier
URI: https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/189917
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