Abstract | dc.description.abstract | Actualmente, en Chile no existe una carrera para directores escolares que reconozca las
prácticas, conocimientos y competencias para que progresen en su trayectoria y desplieguen
todo su potencial como líderes educativos; más bien, existe un cúmulo de legislaciones que se
encuentra dispersa y que es insuficiente para abordar el rol de los directivos escolares
(Allamand, 2019). En contraste, existe una carrera para docentes que promueve el desarrollo
profesional e incentiva la mejora permanente, lo cual es percibido como un detrimento relativo
a su rol directivo (Pinto y Rodríguez, 2021). Esta situación hace menos atractiva la posición
directiva y genera dificultades para la atracción, selección, inducción, desarrollo, evaluación y
retención de directores en nuestro sistema educativo.
Durante las últimas décadas se ha examinado con profundidad el impacto del liderazgo escolar
sobre el aprendizaje profesional docente (Hallinger y Kulophas, 2019). Una de las principales
investigaciones sobre el tema establece que el liderazgo directivo es el segundo factor intraescolar más influyente en los aprendizajes de los estudiantes luego del trabajo docente en el
aula (Leithwood et al., 2004); pero recientemente, Grisom et al. (2021) han encontrado que la
magnitud y alcance del impacto de los directores en los estudiantes y en la escuela es más
amplio que lo expresado en investigaciones anteriores, sus hallazgos apuntan a que el efecto de
un director eficaz sobre el rendimiento de los estudiantes es casi tan grande como el efecto de
un profesor igualmente eficaz, sin embargo, los directores tienen un alcance mayor sobre los
estudiantes de toda una escuela.
Una extensa literatura reafirma la importancia del rol directivo para liderar procesos de
mejoramiento escolar sostenido y cambiar el rumbo de la trayectoria de la escuela,
especialmente, en escuelas en situación de desventaja socioeducativa o que experimentan
situaciones complejas (Cancino y Vera, 2017; Hallinger y Kulophas, 2020; Valenzuela et al.,
2018; Weinstein et al, 2020). Estos hallazgos demuestran la necesidad de contar con una
política pública efectiva para atraer, seleccionar, preparar y formar directores de alta calidad; la
cual es altamente rentable si se consideran los beneficios que otorga a todo el sistema escolar
(Grisom et al., 2021).
Dado que la carrera directiva es un compromiso pendiente desde la promulgación de la Ley de
Carrera Docente (Educación 2020, 2019; Historia de la Ley N° 20.903, 2016) y existe un
amplio consenso en la necesidad de construir una política educativa en dicha materia (Rivero
et. al, 2018b; Said, 2019), este trabajo busca responder la siguiente pregunta: ¿cuáles son los
elementos que debe considerar una carrera directiva? Esta pregunta conducirá a identificar,
describir, comparar y proponer los elementos clave que debería contener cada una de las
dimensiones que configuran una carrera directiva en el sector público. Para abordar esta
pregunta se revisarán propuestas levantadas en el país por un centro de investigación y el
Ministerio de Educación (Mineduc), también se examinarán publicaciones académicas que
abordan con mayor profundidad cada una de las dimensiones de la carrera directiva.
Finalmente, se analizarán experiencias internacionales para conocer las principales
características de una carrera directiva que potencie el liderazgo efectivo. | es_ES |