Análisis de las políticas de preparedness en salud en Chile

Abstract

La preparación y respuesta ante emergencias sanitarias (o preparedness) se define como “el fortalecimiento de las capacidades institucionales y de gestión de las autoridades sanitarias para garantizar una adecuada vigilancia, control, gestión y respuesta a los riesgos sanitarios, incluidos los brotes de enfermedades transmisibles, las emergencias y los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, la salud mental y las lesiones, entre otros” (PAHO, 2020). La respuesta de Chile a la pandemia de COVID-19 recibió alabanzas internacionales en 2020 y 2021, aunque también críticas internas. En la actualidad Chile se encuentra en un momento de transición entre el antiguo Sistema Nacional de Protección Civil y el nuevo Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, que busca proveer una visión más holística y coordinada de la reducción de riesgo y la respuesta a emergencias. El presente trabajo realiza un análisis de las políticas de preparación y respuesta a emergencias sanitarias en Chile, así como sus fortalezas y debilidades, y que pretende ser un insumo para la mejora de la resiliencia frente a amenazas en salud en el país. La metodología fue de tipo cualitativa. Los métodos utilizados para el análisis consistieron en una desk review de literatura gris y normas para la identificación de normas e instituciones relacionadas con la preparación y respuesta a emergencias sanitarias en Chile, y siete entrevistas semi-estructuradas con expertos y expertas de instituciones relacionadas con la preparación y respuesta a emergencias sanitarias en Chile, realizadas en 2022. El contenido fue sometido a análisis temático. Se revisaron 103 normas y se entrevistó a 7 expertos de instituciones relacionadas con la preparación y respuesta a emergencias en diferentes niveles organizacionales. La normativa de preparedness prevé el abordaje de cualquier tipo de amenaza desde un conjunto de actores multidisciplinar. Los expertos valoraron positivamente el sistema chileno, si bien hubo consenso en algunas debilidades que deben ser corregidas. Su principal fortaleza es su experiencia en respuesta a desastres, así como sus mecanismos de coordinación. Sus principales deficiencias se encuentran en la comunicación de riesgo, la mitigación, preparación y evaluación, y los recursos humanos. Se concluyó que Chile cuenta con un marco normativo sólido con una perspectiva multiamenaza y un conjunto de instituciones multisectoral. El nuevo Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres debe reforzar sus fortalezas y corregir las debilidades que limitan su capacidad de preparación y respuesta ante emergencias.