Abstract
Al hablar de la protección de la persona por cualquier ordenamiento
jurídico, es natural referirse a cada uno de los institutos
que, por separado, tienden a cumplir este fin. Sin duda, es difícil
pensar que cada regla, cada norma, cada principio jurídico, no esté
orientado, en último término a dar protección al individuo, ya sea
de otros semejantes, ya sea del aparato administrativo . En fin, la
protección como objetivo, es común a cualquier ordenamiento racional