Abstract
A partir de la revolución industrial, y con más evidencia, desde la Segunda Guerra Mundial, el
desarrollo económico y tecnológico, el aumento de la industrialización, el crecimiento de la
población y el incremento en el tráfico de bienes a nivel internacional han producido una
progresiva degradación del medio ambiente. El Derecho Internacional ha reaccionado frente a
esta degradación reconociendo en el medio ambiente un bien jurídico que merece la tutela del
derecho, atendida su globalidad y universalidad.