Abstract
El trabajo es una actividad inherente al hombre y, por lo tanto, debe
ser regulado en la forma más clara posible.
Sin embargo, por tratarse de uno de los ámbitos que más rápidamente se
ve afectado por el desarrollo de una civilización, ha sido difícil legislar sobre
éste. En efecto, la actividad laboral es una de las actividades más sensibles
a los cambios de una economía, de una política gubernamental o bien a diversos fenómenos que pueden suceder en una nación.