Percepción del conflicto trabajo-familia de madres trabajadoras dependientes con hijos menores de edad del gran Santiago

Abstract

El conflicto trabajo-familia ha adquirido una relevancia significativa durante las últimas décadas, siendo objeto de extensa investigación en Europa y América del Norte. A pesar de ello, la literatura aún es limitada en el contexto chileno. El estudio del conflicto trabajo-familia se enmarca en una transformación social que ha redefinido los valores asociados a la identidad de la mujer y la familia, integrándose de manera activa en la esfera laboral y adoptando cada vez más el rol de proveedoras económicas principales. A pesar de estos cambios, persisten marcadas desigualdades de género en la distribución de las responsabilidades de cuidado, exacerbado durante la pandemia de COVID-19 (Arteaga et al., 2023). En este contexto, la presente investigación aborda la percepción del conflicto trabajo-familia enfocado en madres trabajadoras dependientes con hijos menores de edad en el Gran Santiago, con el objetivo principal de identificar en qué medida los factores laborales, familiares y personales influyen en dicha percepción.

El análisis de la percepción del conflicto trabajo-familia, centrado en madres trabajadoras dependientes con hijos menores de 18 años, se lleva a cabo mediante un enfoque cuantitativo, utilizando un cuestionario diseñado específicamente para esta investigación. La difusión de la encuesta se realizó a través de plataformas de redes sociales, y la participación fue de manera voluntaria y autoaplicada a través de la plataforma GoogleForms, logrando obtener 272 respuestas válidas. De esta manera, este estudio aporta perspectivas valiosas sobre las experiencias de este segmento demográfico en particular.

Los principales hallazgos revelan que los factores laborales, familiares y personales influyen de manera significativa en la percepción del conflicto trabajo-familia. Específicamente, la carga laboral, el clima laboral y la flexibilidad son los factores laborales más influyentes, mientras que contar con redes de apoyo y el apoyo de pareja destacan como los factores familiares más relevantes. Además, la edad, la educación, el estado civil y las actitudes hacia los roles de género son los factores personales que más influyen en esta percepción.

Este estudio ofrece información valiosa que puede utilizarse para guiar el diseño de políticas públicas y organizacionales destinadas a facilitar la conciliación trabajo-familia, lo que a su vez beneficia el bienestar general de las madres trabajadoras. Específicamente, resalta la importancia de impulsar políticas que promuevan el bienestar en el ámbito laboral, el cuidado de niños y niñas que aún no están cubiertos por el sistema escolar formal, y la promoción de la corresponsabilidad.