Influencia de la musicoterapia en adultos mayores que padecen Alzheimer mediante la filosofía del cuidado humanizado de Jean Watson y la teoría del déficit de autocuidado de Dorothea Orem

Abstract

La musicoterapia, las teorías respecto al cuidado y la enfermedad de Alzheimer son tres temáticas que se ven planteadas en una conversación en temas de salud pública, pero en su mayoría, se discuten de manera separada. En relación a la musicoterapia, es una disciplina que viene emergiendo hace muy poco tiempo como algo formal en comparación con otros países, en los cuales se han realizado investigaciones respecto a los beneficios en enfermedades como depresión, esquizofrenia, alzheimer, entre muchas otras enfermedades. Por su parte, en las teorías de cuidado de enfermería, el cuidado humanizado ha sido el foco principal debido a los diversos cambios generacionales y las modificaciones en las mallas curriculares de los estudiantes de carreras de la salud, lo cual aumenta la brecha en la deshumanización en las prácticas médicas. En cuanto a la enfermedad del Alzheimer, se sabe que, en Chile, estadísticamente es un tema de contingencia pública, debido a las cifras que muestra el envejecimiento de la población, el cual ha incrementado junto a las mejoras tecnológicas, lo que puede tener un mayor promedio de tiempo de vida, pero un mayor número de adultos mayores dependientes, vulnerables y con demencias. El deterioro cognitivo, las alteraciones conductuales y la disminución de la autonomía son los síntomas principales de los pacientes que sufren esta enfermedad. Sin embargo, entre existe una convergencia entre estas tres disciplinas, la cual se enfoca en el tratamiento de la persona de manera integral, esto es, abarcando la dimensión biopsicosocial. La musicoterapia beneficia en aspectos como la orientación, el lenguaje, la memoria, mejora la ansiedad, los delirios, las alucinaciones, la irritabilidad y la agitación de los pacientes, quienes, estando bajo un cuidado empático, educativo, desarrollando una relación de ayuda y confianza, generando un gran aporte al tratamiento de pacientes de manera multidisciplinar, abriendo nuevas puertas a prácticas que son más accesibles a todos, ya que la indumentaria no es tan elaborada, de manera que las personas no se vean inmersas en problemas de carácter económico debido al alto costo de los tratamientos, como es lo que pasa con el tratamiento convencional.