Abstract | dc.description.abstract | Durante el periodo de Independencia y hasta el año 1874, solo un pequeño
grupo de personas eran considerados ciudadanos con derecho a sufragio en Chile.
Luego de aquella reforma que eliminara las barreras económico-sociales para poder
ejercer el derecho a voto y ser candidato a algún cargo de representación popular, se
amplió enormemente el padrón electoral. Es así como en nuestro país el sufragio
pasó de ser censitario a ser universal. Sin embargo solamente podía ser ejercido por
hombres, estando pendiente aún el voto femenino.
Será que hacia finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX,
movimientos feministas a través de diversas organizaciones, lucharán para que a las
mujeres también se les otorgue el derecho a voto, pues aún la mitad de los
habitantes de la República no podían ejercer tan importante derecho democrático.
En primera instancia les fue concedido solo el derecho para elegir a las
autoridades locales, el que ejercieron en las Municipales de 1935, mas no a las
autoridades nacionales.
Será en el año 1949, 139 años después del primer acto independentista patrio,
cuando se promulgue y publique la ley N° 9.292, la que otorga el derecho a voto a la
mujer en las elecciones de parlamentarios y de presidente de la República, la que
finalmente terminará con años de lucha por equiparar los derechos políticos entre el
hombre y la mujer en nuestro país.
Los motivos por los cuales los parlamentarios aprobaron dicha ley y otorgaron
el derecho a voto a la mujer, es la materia de estudio de esta Memoria de Prueba, a
través del análisis histórico de la discusión parlamentaria que puso fin a la
discriminación del ejercicio pleno de los derechos políticos de los chilenos, sin
distinción de género | es_ES |