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Professor Advisordc.contributor.advisorLyon, Eduardoes_CL
Authordc.contributor.authorTorres Gálvez, Juan Luis. es_CL
Staff editordc.contributor.editorFacultad de Arquitectura y Urbanismoes_CL
Staff editordc.contributor.editorEscuela de Arquitecturaes_CL
Admission datedc.date.accessioned2012-09-12T17:55:33Z
Available datedc.date.available2012-09-12T17:55:33Z
Publication datedc.date.issued2007es_CL
Identifierdc.identifier.urihttps://repositorio.uchile.cl/handle/2250/101107
Abstractdc.description.abstractHablar de educación es quizás uno de los temas más complejos y a la vez más interesantes para un arquitecto, no solo por el desafío de plantear espacios educativos diferentes para distintos niveles educativos, sino también por la historia tras el diseño y concepción de los espacios para educar. Durante la revolución industrial las escuelas fueron las “fábricas de enseñar” ya que la educación tomó el modelo del sistema productivo en los más variados aspectos. Las mejores escuelas eran las de mayor tamaño, a semejanza de aquellas empresas que descubrían el valor de una producción en gran escala. El diseño arquitectónico de los espacios de aprendizaje no difería demasiado de las fábricas. Las aulas recibían a decenas de alumnos, sentados en filas, pareciendo reproducir las cadenas de montaje de la época. Un maestro al “frente de la clase”, como el capataz a cargo del taller, uniformes o delantales para todos, timbres y campanas para marcar el ingreso, la salida y los tiempos libres. Las vacaciones estivales fueron previstas en un comienzo para que los niños ayudaran a sus padres campesinos en las tareas tradicionales de las cosechas, después coincidieron con las vacaciones pagas de los obreros. El sistema era rígido, los programas inflexibles, tanto en la fábrica como en la escuela. Los cambios sociales y conceptuales eran lentos, la producción estaba asegurada por decenios en el ambiente educativo y las fabricas. Aquel mundo ha concluido. (1) Los nuevos avances tecnológicos nos preparan nuevos desafíos productivos y educativos. Las nuevas empresas funcionan con enorme flexibilidad y multiplican sus servicios por todo el planeta. Se dice que la nueva industria exige “cerebro de obra” más que “mano de obra”. Entramos de lleno en la era del conocimiento. Aparecen nuevas industrias sin chimeneas, como el turismo, las comunicaciones, la informática, la biotecnología, que mueven enormes recursos financieros y humanos. La educación y los espacios educativos deben variar en consecuencia. Los reclamos por un cambio profundo en la educación que hacen las nuevas generaciones son imperiosos.
Lenguagedc.language.isoeses_CL
Publisherdc.publisherUniversidad de Chilees_CL
Type of licensedc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile
Link to Licensedc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/
Keywordsdc.subjectArquitecturaes_CL
Keywordsdc.subjectEducación tecnológicaes_CL
Keywordsdc.subjectChilees_CL
Keywordsdc.subjectLa Pintana (Santiago)es_CL
Títulodc.titleLiceo técnico de tecnologías de la información y las comunicaciones comuna de La Pintanaes_CL
Document typedc.typeTesis


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