| Abstract | dc.description.abstract | Híbrido es una palabra que hace alusión al resultado de la unión de elementos de distinta naturaleza (OUP, s.f.), naturaleza que en el presente proyecto de título se traduce en relacionar la vivienda y el trabajo, programas de distinto carácter, pero con un valor igual de significativo para la rutina de las personas y el funcionamiento de la ciudad. El propósito de hibridar es explorar las fricciones y tensiones que provoca el reunir esta dupla programática dentro de los límites de lo edilicio, siendo por un lado, un proyecto que incluye la complejidad de la ciudad, y por el otro, busca que “los programas dialoguen entre sí y empiecen a compartir intensidades” (Fenton, 1985) indagando así en nuevos modos de habitar contemporáneos y comprometiéndose con los nuevos desafíos de la ciudad metropolitana. El proyecto, en ese sentido, se sustenta en las transformaciones laborales que ha vivido el país y el mundo, tanto las que se venían gestando como las que se evidenciaron a partir de la pandemia; cambios que vienen a poner sobre la mesa el cómo se está pensando el mundo laboral y su relación con la vivienda dentro de nuestras ciudades. Es así, cómo es posible vislumbrar tendencias laborales como el trabajo independiente y los emprendimientos, un carácter que cada vez adquiere más una dimensión doméstica, y que, por lo tanto, permite repensar ambos programas como conjunto. Esto implica poner el foco en la forma en la que se ha desarrollado la vivienda y el trabajo hasta la actualidad. En la ciudad de Santiago en particular, es visible un devenir que en un principio se caracterizaba porque la vivienda y el trabajo eran piezas complementarias, y que, de manera más reciente, se conciben de forma paralela, densa y segregada. Esto ha provocado que se construyan tejidos urbanos en base a edificios y paños monoprogramáticos que con fortuna contemplan algún tipo de conexión o intercambio con el entorno. Es así como el proyecto se apropia de este carácter urbano, no pretendiendo resolver las problemáticas propias de la ciudad pero sí utilizar su fragmentación como insumo para trabajar. Se identifica y define la obra como un subcentro, un objeto altamente urbano, condensador de las funciones más básicas de la ciudad, homologados a los límites de una manzana, desarrollando una relación recíproca y dependiente con sus alrededores, fomentando el intercambio y la actividad, y buscando evitar que la edificación sea un elemento aislado, ensimismado y autosuficiente dentro de su contexto. El carácter de subcentro refiere a edificaciones de un tamaño importante, lo que contrasta con las formas más primigenias de aunar la vivienda y el trabajo en la ciudad, pues los modelos que sobreviven aún a esta asociación son casas que se habilitan para albergar un almacén en el antejardín o un taller en el patio trasero. Así, se prevén dos ejes importantes a resolver, en primer lugar, es importante cuestionar cómo desarrollar un proyecto con algún grado de densidad teniendo la vivienda y el trabajo como base, de tal forma que responda a su carácter urbano; y en segundo lugar, cómo hacer dialogar a estos programas de manera interna con cualidades tan opuestamente marcadas, que radican en lo público/privado y lo productivo/reproductivo. | es_ES |
