Proyecto piloto de residencia para migrantes : la arquitectura como herramienta de integración social en Antofagasta

Abstract

Antofagasta se presenta como una región con alto porcentaje de migrantes dada la bandeja de oportunidades que entrega su actividad extractiva de minerales. Sin embargo, la deficiente planificación ha posibilitado una alta marginalidad urbana y vulnerabilidad en la creciente población migrante, volviéndose así, un lugar para trabajar más no para vivir. El aumento de barrios informales es resultado de la segregación social y fragmentación del espacio urbano, donde, más del 60% de sus residentes son extranjeros. Pese a esto, el ideal de alcanzar la integración en la ciudad y en la sociedad no es imposible, ya que existen terrenos bien ubicados que se pudiesen densificar mediante una regeneración urbana en polígonos centrales. Es así, como mientras en el centro de la ciudad hay terrenos subutilizados potenciales a ocupar, hay otras zonas con barrios marginados y déficit habitacional con población vulnerable. Así, se abren posibilidades de realizar un proyecto piloto con bases estatales que sirva de residencia temporal para aquella población migrante emplazada en campamentos e históricamente desplazada. El carácter temporal está dado por la movilidad dentro de la adaptación y búsqueda de bienestar. Por lo cual, se gestiona otorgar vivienda para el arriendo subsidiado y protegido, como un incentivo para el progreso y la anhelada equidad urbana. De esta forma, nace el ímpetu de trabajar en una macromanzana, emplazada en un sector institucional y comercial por la costanera de Antofagasta, siendo un lugar accesible y conectado. En su origen, en este polígono se diseñó un conjunto habitacional para obreros, que quedó sin completar, y hoy un 32% es subutilizado como estacionamiento. Por lo tanto, se busca aprovechar este espacio y reinventarlo más allá de intervenciones superficiales, sino que consolidando armónicamente un conjunto a nivel urbano- arquitectónico. Con la completación de esta manzana, se plantea reactivar su frente poniente mediante el concepto de quiebre de frontera tanto física como social. A su vez, integrar la preexistencia con una intervención nueva y así, ser un aporte tanto en la calidad del barrio. Todo esto, otorgando la oportunidad de vivir en un edificio pensado para el dinamismo de la migración. Donde aquellas personas que alcancen un cierto nivel de estabilización puedan mudarse para dar espacio a que más migrantes sean residentes del edificio.