Caracterización de las dificultades alimentarias en niños menores de 6 años, con diagnóstico de alergia alimentaria en un centro privado de salud de la Región Metropolitana

Abstract

Las dificultades de la alimentación de la infancia constituyen una ingesta inapropiada para la edad y un motivo de preocupación recurrente entre cuidadores. Se han descrito como manifestaciones iniciales o concomitantes de otras patologías, entre las cuales se encuentran las alergias. En el presente trabajo se analizó un universo de 254 lactantes y preescolares con dificultades de la alimentación, entre los cuales 57 casos (22,4%) presentaron alergia alimentaria. Hubo distribución uniforme entre sexos y una mediana de edad de 24 meses (P25-75 : 10-38). Se detectó que un 32,7% de la muestra total presentaban malnutrición por déficit (ya sea desnutrición o riesgo), sin diferencias significativas entre grupos analizados, ya sea dificultad alimentaria exclusiva o asociada a alergia. Respecto a los motivos de consulta, el conflicto a la hora de comer es el que se encontró más frecuentemente, seguido de niños con dificultades sensoriales, los que además primaron en los casos con alergias. Según esto, se catalogó a los pacientes en dificultades de predominio orgánico, sensorial o conductual, siendo los más frecuentes las de origen orgánico. A continuación, se llevó a cabo un modelo de regresión logística para establecer las posibles asociaciones entre los antecedentes del niño o de la madre, para los pacientes con dificultades de la alimentación que padecen de alergias y los que no, encontrándose diferencias significativas exclusivamente para el factor etario, donde se concentraban con 2,5 veces mayor probabilidad los alérgicos en el rango entre 0 y 2 años. También se empleó este método estadístico para evaluar dificultades sensoriales, retraso oromotriz y déficit nutricional asociado, encontrándose resultados contradictorios a lo planteado en la hipótesis, ya que el retraso oromotriz se manifestó como factor protector y en el resto no hubo significancia estadística. Por encontrar una alta proporción de la muestra con enfermedades crónicas concomitantes, se hizo un análisis estratificado, hallándose 3 veces mayor probabilidad de padecer de dificultades alimentarias de predominio sensorial en los alérgicos. Recomendamos en pacientes con dificultades alimentarias, sospechar la comorbilidad alérgica especialmente en menores de 2 años con tendencia a la malnutrición, que presentan dificultades sensoriales, si no padecen de otras enfermedades asociadas.

Pediatric feeding disorders are defined as impaired oral intake that is not age-appropriate and are a major concern among parents and caregivers. They have been described as initial or concomitant manifestations of other comorbidities, such as allergies. Data were obtained for a universe of 254 infants and children with feeding difficulties. 57 (22,4%) of them presented some food allergy, either cow ́s milk or multiple. According to gender, 115 (45,3%) were female and 139 (54,7%) male, with a mean age of 24 months (P25-75: 10-38). A 32,7% of the universe were at risk of malnutrition or malnourished, without significant differences between compared groups (with or without associated food allergy). In regards of the clinical manifestations presented by these groups, the conflicts or disruption of caregiver-child relationship associated with feeding time are the most common one, followed by sensory dysfunction, primarily in allergics. According to this, patients were categorized into mainly organics, sensory or behavioral feeding difficulties, being the organic disorder the most frequent, which was foreseeable in a sample with high prevalence of chronic comorbidities. A logistic regression model was performed to establish the possible associations between children and mother background and feeding difficulties with allergies or without them, finding significantly more allergy patients in the age younger than two (2,5 times more). The same statistical method was employed to determine whether sensory difficulties, oral motor delay or malnutrition were presented more frequently in allergic patients, but our hypothesis was rejected, finding no correlation among them, except for oral motor delay, which presented itself as a protector factor. Since chronic comorbidities had such high prevalence in the sample, we did a stratified analysis excluding them, and then we found a 3 times higher probability of having a sensory disorder when being allergic. We recommend in pediatric feeding disorder patients, to search for the food allergy disease when younger than 2 years old, in risk of malnutrition or malnourished and suffering from a sensory disorder when not associated with another comorbidity.