Pobreza Energética en Personas Mayores de Santiago de Chile

Abstract

La siguiente memoria aborda la pobreza energética como un problema de injusticia social. Por ello, nos enfocamos en personas mayores al ser un grupo que, por su condición físico-material, presentan una mayor vulnerabilidad energética. En el marco teórico usamos los conceptos de vulnerabilidad social y el enfoque de capacidades como base para comprender la manera en que la pobreza energética afecta la calidad de vida de las personas mayores y en qué estructuras sociales se sustenta. Para acercarnos a la pobreza energética que experimentan las personas mayores diseñamos una metodología de carácter mixto. Esto significa que, en un primer momento, se realizó un análisis de fuentes secundarias para explicar la prevalencia de pobreza energética en personas mayores en Santiago de Chile. Los resultados dan cuenta que estos se ven expuestos a un mayor riesgo de pobreza energética por el gasto económico que hacen en servicios energéticos, pero tiene un mayor acceso a servicios energéticos de calidad que otros grupos etarios. Además, se identificaron como factores de riesgo una mala calidad de vivienda, bajos ingresos, bajo nivel educacional y un mayor número de personas en el hogar. Finalmente, se discute la importancia de índices que aborden la pobreza energética de manera multidimensional para poder identificar los problemas específicos relacionados con la energética en distintos grupos sociales. Un segundo capítulo desarrolla un estudio de caso en la comuna de Recoleta para poder entender de manera más profunda el fenómeno. Los resultados de esta aproximación empírica dan cuenta que las personas mayores presentan una disminución de ingresos, deterioro de la vivienda y necesidades físicas que los exponen a una mayor vulnerabilidad energética, donde destacan las necesidades insatisfechas en calefacción y la restricción del uso de energía. Adicionalmente, en este capítulo, se discuten las implicaciones de la pobreza energética en personas mayores y habitantes del pericentro urbano de nuestra capital para la política energética y habitacional, con un foco en la renovación de viviendas. Como conclusión general de la memoria se destaca la importancia de complementar metodologías mixtas para el estudio de la pobreza energética. Además, se señala la necesidad de levantar información que aborde la pobreza energética de manera multidimensional y la relevancia de la dimensión de equidad para comprenderla en las personas mayores. Por último, se proponen nuevas líneas de investigación que involucren un espectro más amplio de servicios energéticos y la identificación de grupos familiares con mayor prevalencia de pobreza energética.