La generación de 1913: una expresión de la Crisis del Centenario, durante las primeras décadas del Siglo XX, en Chile

Abstract

La presente tesis tiene como objetivo general analizar la Generación de 1913 como un fenómeno artístico, social y cultural que se inserta dentro de un ambiente de crisis nacional definido por la pérdida de valores nacionales. El método analítico utilizado se enfoca en el seguimiento de tres aspectos fundamentales, a saber: Un marco teórico que entrega los conceptos centrales que justificarán el análisis interpretativo: la bohemia, la crítica social en el arte, la experiencia artística y la subjetividad. Un análisis expositivo de la situación histórico – social del Chile de principios del siglo XX. Un análisis de las características de los pintores y sus obras, insertas dentro del contexto de crisis nacional. Los pintores de la Generación del Trece, utilizaron el arte como vehículo de crítica social y de rescate de los valores nacionales presentes en los individuos marginales. Al rescatar lo popular estaban recuperando lo nacional. Estos pintores llevaron a cabo su crítica desde fuera del sistema extranjerizante, detentado por el poder, la cual estaba animada por un sentido de pertenencia a lo popular, lo tradicional y nacional. Sus obras manifestaron un acercamiento al expresionismo en la medida que buscaron transmitir el malestar y pesimismo que sienten frente a la crisis que afectaba al país. Los resultados obtenidos del análisis indican que la Generación de 1913 surge del ambiente de crisis nacional que les tocó vivir a sus integrantes, el cual otorgó características peculiares a sus obras. Presenta fuertes vínculos con la vertiente naturalista de la literatura, en la medida que representa, con un sentido de “rescate”, a los estratos bajos, marginados tanto del arte como de la distribución económica. Las características expresionistas se advierten en el énfasis de la subjetividad y la experiencia, como elementos fundamentales en su creación. Finalmente, es necesario destacar que la Generación de 1913 pasó inadvertida para la gran mayoría de sus contemporáneos, sobre todo para los círculos artísticos que se adjudicaban el poder, siendo su obra un legado para la tradición rupturista de la pintura chilena.