Liceo técnico de tecnologías de la información y las comunicaciones comuna de La Pintana
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2007Metadata
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Lyon, Eduardo
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Liceo técnico de tecnologías de la información y las comunicaciones comuna de La Pintana
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Hablar de educación es quizás uno de los temas más complejos y a la vez más interesantes
para un arquitecto, no solo por el desafío de plantear espacios educativos diferentes para
distintos niveles educativos, sino también por la historia tras el diseño y concepción de los
espacios para educar.
Durante la revolución industrial las escuelas fueron las “fábricas de enseñar” ya que
la educación tomó el modelo del sistema productivo en los más variados aspectos. Las
mejores escuelas eran las de mayor tamaño, a semejanza de aquellas empresas que
descubrían el valor de una producción en gran escala. El diseño arquitectónico de los
espacios de aprendizaje no difería demasiado de las fábricas. Las aulas recibían a decenas
de alumnos, sentados en filas, pareciendo reproducir las cadenas de montaje de la época.
Un maestro al “frente de la clase”, como el capataz a cargo del taller, uniformes o delantales
para todos, timbres y campanas para marcar el ingreso, la salida y los tiempos libres. Las
vacaciones estivales fueron previstas en un comienzo para que los niños ayudaran a sus
padres campesinos en las tareas tradicionales de las cosechas, después coincidieron con
las vacaciones pagas de los obreros. El sistema era rígido, los programas inflexibles, tanto
en la fábrica como en la escuela. Los cambios sociales y conceptuales eran lentos, la
producción estaba asegurada por decenios en el ambiente educativo y las fabricas. Aquel
mundo ha concluido. (1)
Los nuevos avances tecnológicos nos preparan nuevos desafíos productivos y
educativos. Las nuevas empresas funcionan con enorme flexibilidad y multiplican sus
servicios por todo el planeta. Se dice que la nueva industria exige “cerebro de obra” más que
“mano de obra”. Entramos de lleno en la era del conocimiento. Aparecen nuevas industrias
sin chimeneas, como el turismo, las comunicaciones, la informática, la biotecnología, que
mueven enormes recursos financieros y humanos. La educación y los espacios educativos
deben variar en consecuencia. Los reclamos por un cambio profundo en la educación que
hacen las nuevas generaciones son imperiosos.
Identifier
URI: https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/101107
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