Corpórea

Abstract

La memoria como proceso autoetnográfico, por ende autobiográfico, permite a quien la elaborare una retrospectiva creativa y personal, aplicando los conocimientos aprendidos durante la carrera. El proceso creativo sobrepasa el empleo de leyes lógicas, ya que conlleva transitar a través de diversos lenguajes. El razonamiento y la experiencia de los ensayos a modo de experimentación son, entre otros, componentes fundamentales que difieren respecto a los sujetos, siendo personal e intransferible, puesto que son múltiples los métodos y vías que la inducen. Cada proceso implica acontecimientos no solo intuitivos sino también intelectuales, es decir, es un complejo proceso de creación, reflexión y experimentación. Acceder al proceso de elaboración de los trabajos artísticos nos aproxima a espacios personales y complejos no solo del sujeto que lo elabora, por ende individual y únicos, de igual forma permite tener una amplia gama de entendimiento respecto al proceso intelectual. “Gusta dejarse llevar por una obra ya completada, una pieza orquestal o una novela, pero si uno tiene la oportunidad de asomarse al proceso de su construcción se vuelve mucho más consciente del hecho excepcional que hay en ellas, no tanto el resultado final que da toda la impresión de haber sido de algún modo necesario, sino la suma, la sucesión de breves empeños, de pasos parciales, incluso de arrepentimientos, que la han ido haciendo posible”. (Muñoz Molina, 2012). Con la finalidad de situar mi trabajo en el contexto contemporáneo esta memoria se encuentra parcelada en cuatro capítulos y sus tópicos son la columna vertebral en la cual se estructura mi quehacer, Comenzando por el capítulo Referentes Históricos, allí presento un paso histórico por los conceptos a tratar, tomando en cuenta que el interés por el cuerpo a través de la historia ha estado presente y latente desde sus inicios, la representación del cuerpo humano lo vemos plasmado desde el periodo neolítico y continúa hasta nuestros días. Por siglos las y los artistas han representado al cuerpo de diversas formas, como resultado de un devenir histórico y socio‐cultural. el arte y la forma de representar al cuerpo ha sido respuesta a los avances que ocurrían en áreas como la psicología y la antropología, así como los conflictos sociales y guerras, de esta manera la representación del cuerpo se vio afectada y la relación de este en la acción de creación pasa a cumplir un rol fundamental. De esta manera vemos como en happenings y performance las y los artistas se manifestaron a modo de reacción de las guerras en países como Alemania y Austria creando una serie de crudas acciones, que demandaban las prácticas de torturas y sacrificios en ese entonces.