Terminal portuario del Archipiélago Juan Fernández
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El sábado 27 de Febrero de 2010, un terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter fue registrado en la zona
centro sur de Chile, con epicentro frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura entre la séptima y octava
región. El sismo fue percibido en gran parte del cono sur con diversas intensidades, desde Ica en Perú por el norte
hasta Buenos Aires y Sao Paulo por el oriente, siendo las zonas mas afectadas las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, las que acumulan mas del 80% de la población del país. Como
consecuencia del movimiento sísmico, un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto,
destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. El daño ocasionado por la catástrofe la convierte en la peor tragedia vivida en Chile desde 1960.
Una de las zonas mas afectadas fue el Archipiélago de Juan Fernández, que pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que destruyeron casi la mitad de San Juan Bautista, su único poblado. Este territorio insular
Patrimonio de la Humanidad según la Unesco, constituye una de las zonas mas vulnerables del país tanto en su
medio natural como social, debido a los graves daños ecologicos que lo afectan hace varios años y por su condición
de aislamiento, siendo uno de los poblados mas apartados del país.
La problemática surge de la necesidad de restablecer las condiciones de vida que tenían los habitantes previas a
la catástrofe , con la oportunidad de incluso mejorarlas considerando aspectos que no se habían tomado en cuenta
anteriormente, tales como optimizar las faenas productivas y potenciar el turismo, bajo los lineamientos de sostenibilidad y cuidado por el ecosistema. Como prioridad para reconstituirse socialmente los isleños requieren volver
a sus actividades productivas las cuales en un 80% se basan directa e indirectamente en la extracción de recursos
marinos, especialmente la langosta. A su vez se presenta la oportunidad de impulsar turísticamente la zona, cuyo
potencial es único en el planeta. Estas dos actividades económicas son las principales en el Archipiélago por lo
que reactivarlas, potenciarlas y darles un sentido mas acorde a la fragilidad del entorno supone una oportunidad
luego de la catástrofe.
Ante la problemática planteada se propone desarrollar el Terminal Portuario del Archipiélago Juan Fernández, basado en una intervención arquitectónica como reactivación de la sociedad, desde la protección del medio natural y
la identidad cultural. Considerando el poblado de San Juan Bautista como el principal centro urbano del archipiélago, este se constituye como la puerta de entrada y salida tanto para habitantes como turistas, científicos y personas
de toda índole. El hecho que la única manera de acceder a él sea por vía marítima le da una gran responsabilidad
al puerto del pueblo. Esto sumado a la ausencia de una imagen urbana donde no se representa la identidad de los
isleños lo hace un punto estratégico dentro de todo el archipiélago, que tiene el potencial de convertirse en un hito
que impulse tanto la actividad productiva como turística, genere una imagen urbana hoy inexistente, contribuya
al desarrollo social de los habitantes y difunda tanto a habitantes como visitantes el cómo desenvolverse en un
ecosistema tan especial.
Identifier
URI: https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/100287
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