Abstract | dc.description.abstract | Desde el horizonte problemático de la subjetividad moderna -abierto por la tradición cartesiana- la tesis indaga en qué sentido la narración puede llegar a ser un problema filosófico. Al respecto habría que señalar que no se trata de ir desde la filosofía hacia la narración como un tema posible entre otros muchos “objetos” dispuestos para la investigación. Lo que nos convoca sería más bien el vínculo interno que fuerza a pensar este problema. En este sentido nos parece que el campo de la subjetividad se nos ofrece como un lugar que exige dar cuenta de esa relación, en tanto en ella se jugaría su propia constitución a partir de la negatividad que comporta, su consustancial escisión, aquella que distanciándola de sí misma y del mundo resulta al mismo tiempo la posibilidad de entrar en relación consigo misma desde el mundo en que se inscribe. La subjetividad moderna estaría internamente comprometida con la temporalidad narrativa, en tanto modernamente la subjetividad se comprende y se reconoce a sí misma en la mediación del lenguaje, que reflexivamente la despliega como conciencia histórica -en la inflexión hegeliana del problema. Ésta conciencia encontraría en la experiencia del arte la instancia de su puesta en obra en la paradojal exhibición de sus operaciones. En otros términos, la tesis toma como asunto la “estructura hermenéutica” de la conciencia, el hecho que la interpretación sería la posibilidad originaria de su configuración y no una actividad que ejerza por añadidura - como lo dilucida el pensamiento gadameriano. En esta medida la emergencia de la “literatura” en la época moderna la entendemos como un momento constitutivo de su articulación, lo que lleva a considerar la escritura y la lectura no como actividades que se llevan a cabo al interior de un mundo ya dado, sino como las instancias donde algo así como un mundo, una totalidad de sentido, tiene lugar. Por ello, porque la subjetividad deviene tal reuniéndose en el trabajo de comprenderse en un mundo posible, la ficción cifraría el retardo que le es esencial a ese trabajo. O sea, la ficción vendría siendo uno de los nombres para el destiempo o la brecha que separando a la subjetividad de sí misma abre para ella lo posible, la relación con el sentido. En este contexto la “naturaleza retardataria” de la novela, en tanto moderna articulación de la temporalidad narrativa, construye la escena donde la subjetividad individual se encuentra con la realidad, precisamente interrumpiendo su praxis vital, descubriendo y haciendo patente la suspensión en que la propia subjetividad consiste. Esta sería su paradojal relación con la verdad. Así, la ficción novelesca no se opondría simplemente a la experiencia de la verdad y de la realidad, pues constituiría más bien su soporte | es_CL |