El último hombre

Abstract

De la misma manera que mis dibujos o mis pinturas, mis escritos casi no guardan referencia alguna con la coherencia narrativa o espacial habitual, más bien son el registro del goce, de la pura voluntad del hacer mismo, del desahogo personal e íntimo que con el tiempo se hace imprescindible. Es el registro y su gestualidad como consecuencia. No hay mayor justificación que el goce, la concreción de la voluntad, que tanto en mis dibujos como en mis pinturas y escritos se muestran como una ramillete azaroso, que bien podrían tener cierto orden o cierta referencia espacial tan mínima como reconocer el arriba o el abajo. Pero, así como el cerebro, con sus pensamientos que fluyen de un lado a otro, de la misma manera, los dibujos no son más que descargas voluntarias, impulsos que no son, bajo ningún tipo fruto de algún trance, o de alguna locura mística, sino más bien de la sinceridad más infantil, y de la más pura y completa clarividencia