En la mayoría de los países desarrollados el concepto de manejo de la
vegetación urbana ha evolucionado desde funciones meramente estética a
funciones medioambientales, incluyendo los beneficios económicos
cuantificables de árboles y espacios verdes. En Santiago se constata
una gran diferencia entre los distintos municipios respecto de sus
políticas y capacidades técnicas asociadas al manejo ("sustentable")
de este recurso. Además, la vegetación urbana contribuye significativamente a la
descontaminación atmosférica y se asocia a mejores estándares de vida. Al cuantificar
y valorar el aporte de la vegetación urbana en términos de bienes y servicios
ambientales se establecen las bases para diseñar sistemas de manejo del arbolado
urbano costo-efectivas para mejoramiento de la calidad ambiental en Santiago.