Abstract | dc.description.abstract | Chile ha mostrado un cambio significativo en su estructura socioeconómica, con un mayor
desarrollo económico, que ha conllevado a una inserción potente de la mujer en el mercado
laboral. Si en décadas pasadas, la estructura del hogar chileno mostraba a una mujer
dedicada a las labores del hogar y al hombre como proveedor de este; en la actualidad se
observa que son ambos quienes proveen recursos para el hogar, trayéndolos precisamente
desde el mercado laboral, dejando un “vacío” dentro de las labores domésticas y cuidado de
los hijos. Esta necesidad se acentúa aún más en aquellas familias monoparentales o núcleo
familiar monoparental, es decir, aquellas familias compuestas por sólo un progenitor, con uno
o más hijos; quien pasa a ser el único responsable del cuidado de la familia y que, según las
últimas estadísticas del Gobierno, representa más del 27% de las familias chilenas.
Para un segmento de las familias, una pieza clave en el cuidado del hogar y la familia es la
empleada de casa particular, habitualmente llamada en Chile como “nana”. Sin embargo,
encontrar a la persona que cumpla este rol, se vuelve una tarea cada vez más difícil. La
“nana” de antaño que en promedio estaba junto a la familia por más de 10 años, en la
actualidad permanece en promedio sólo 4 años, generando un mayor índice de rotación. Las
mismas condiciones macroeconómicas hacen que cada vez menos nacionales estén
dispuestos a ocupar este tipo de puestos de trabajo, influenciado principalmente por las
condiciones laborales del rol y estigma social; situación que ha sido aprovechada por
extranjeros que vienen a Chile a ocupar estos puestos, viendo de esta forma la puerta de
entrada al mercado laboral chileno, presentando sin embargo una alta tasa de rotación. Una
variable que hace más complejo el actual escenario para las familias, es que la informalidad
que caracterizaba este tipo de trabajo, está cada vez más controlada a través de
fiscalizaciones y nuevas leyes que regulan las condiciones del trabajo y jornadas laborales.
Al consultar a las familias, de ciertos segmentos que actualmente ocupan este tipo de
servicio, respecto de cual es la fuente de reclutamiento de personal doméstico, se observa
que sólo el 17% de las familias utiliza el servicio de reclutamiento a través de agencias de
empleo u organismos sin fines de lucro de inserción laboral. El 8% de las familias
consultadas realiza una autogestión de reclutamiento, a través de la publicación directa o
búsqueda de avisos clasificados de empleo; no obstante, la mayor fuente de reclutamiento actual es la recomendación de algún familiar, amigo o conocido, correspondiendo al 75% de
los casos.
Al indagar los motivos de utilización de los distintos tipos de reclutamiento, se identificó la
inexistencia de un servicio capaz de dar respuesta íntegra a esta necesidad, con la calidad,
tiempos de respuesta y profesionalismo que demanda el mercado; necesidad que además
cada día se vuelve una tarea más compleja, dado el tiempo que se debe invertir en este
proceso y la inexperiencia en procesos de reclutamiento y selección, que tiene el
responsable de esta labor al interior de la familia.
Conforme a lo anterior, el presente plan presenta el modelo de negocios basado en el
SERVICIO DE RECLUTAMIENTO DE PERSONAL DOMÉSTICO para el cuidado del hogar y
la familia, a través del sistema de Agencia de Empleo y que considera como crecimiento
futuro, el desarrollo de servicios complementarios, inicialmente en la Región Metropolitana
de Chile. Esta empresa, cuyo nombre de fantasía es Care&Trust, ofrece un servicio de
búsqueda, reclutamiento y poner a disposición del cliente, el personal adecuado para las
distintas labores domésticas y cuidado de los hijos, según sus necesidades como familia.
Del análisis de los recursos y capacidades, esta empresa plantea como ventajas
competitivas sostenibles: el tiempo de respuesta a solicitudes, sistema de gestión de
solicitudes y calidad del servicio (entendido como adecuación al perfil requerido por el
cliente).
Como resultado de la evaluación financiera a 5 años, se estima un VAN de M$94.097 y una
TIR de 44,7% con un periodo de recuperación de la inversión de 2,7 años, generando
utilidades a partir del mes 10 de operación. La capacidad de Care&Trust para generar dinero
sobre las ventas (EBITDA/Ventas) es de MM$50,0 anuales. Además presenta indicadores
como ROE superiores a 48% y ROI de 75% a partir del segundo año, manteniéndose en el
horizonte de operación con indicadores positivos.
En consecuencia, una oportunidad de negocio extraordinariamente interesante y altamente
rentable para los inversionistas. | CL |