Abstract
Aunque con evidente retraso, en los últimos años ha emergido con alguna
fuerza en Chile la discusión acerca de las consecuencias que las crecientes
restricciones a la disponibilidad de energía, y particularmente de electricidad,
puedan provocar sobre la capacidad del país para continuar su trayectoria de
crecimiento de las últimas tres décadas. En la campaña presidencial actual,
afortunadamente, el tema ha adquirido alguna mayor relevancia y cierto tono
de urgencia, aunque aún insuficientes.