Eros y Tánatos: energías para desarrollar un uso extracotidiano del cuerpo en la creación escénica
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Farah Rodríguez, César
Author
dc.contributor.author
East Carrasco, Alejandro Alfredo
Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Artes
Staff editor
dc.contributor.editor
Escuela de Postgrado y Postítulo
Admission date
dc.date.accessioned
2017-03-24T12:57:33Z
Available date
dc.date.available
2017-03-24T12:57:33Z
Publication date
dc.date.issued
2016
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/143279
General note
dc.description
Magíster en artes mención dirección teatral
Abstract
dc.description.abstract
En este trabajo de tesis se realizó una investigación para elaborar una metodología de construcción de la puesta en escena a partir del desarrollo de una dramaturgia corporal y espacial, empleando el principio de energías en oposición definido por Eugenio Barba para encontrar el trabajo extracotidiano del uso del cuerpo. Se trabajó en la composición escénica a partir de tensionar y problematizar la relación dialéctica de las energías (pulsiones) erótica y tanática como componentes fundacionales en el proceso de montaje de una obra de teatro. Dicha tensión fue puesta a prueba y problematizada, entonces, como elemento constituyente de la obra básicamente en dos niveles: En el cuerpo de los intérpretes y en la relación proxémica entre dichos cuerpos y su relación con el espacio y la dirección del movimiento.
La investigación realizada se mueve en el terreno de la “práctica como investigación”, donde, según Robin Nelson, “(…) la práctica artística es una metodología clave de indagación y donde, respecto de las artes, la creación artística (escritura creativa, danza, partitura musical, performance, teatro/performance, exposiciones de artes visuales, cine y otras creaciones culturales) es presentada como evidencia substancial en respuesta a la pregunta de investigación.” (Nelson: 2013)
Utilizar las energías erótica y tanática en su oposición y contradicción dialéctica, fue un acierto porque permitió desarrollar una dramaturgia corporal propia, con una visualidad sugerente, interesante e inquietante, lográndose potenciar además la presencia escénica de los actores y con ello la energía del montaje y el trabajo actoral desde el cuerpo presente, fenomenológico, a través de lo que se obtuvieron las herramientas para provocar emocional, sensorial y racionalmente al espectador.