Abstract | dc.description.abstract | Actualmente, las sociedades en vías de desarrollo, como Chile, tienen diferentes desafíos a enfrentar las
dificultades de un mercado económico diverso, competitivo y altamente dinámico. Asimismo, la lucha por la
igualdad de derechos y la inclusión de las diversidades y grupos minoritarios ha tomado fuerza como marcos
legales exigibles, y, por tanto, nuevas líneas de trabajo para las empresas y organizaciones públicas. Sobre este
contexto, la importancia que tienen las áreas de gestión y desarrollo de personas ha ido mutando, creciendo y
dinamizando las líneas de trabajo bajo su responsabilidad. Los profesionales y directivos a cargo de la gestión y
desarrollo de personas deben acompañar estratégicamente el desarrollo de las organizaciones, posicionando al
área como elemental para la toma de decisiones y la gestión del cambio que permita un desarrollo sostenible,
rentable y adaptable a los diferentes requerimientos de un mundo interconectado y sistemático.
Por tanto, las áreas de gestión y desarrollo de personas deben diagnosticar apropiadamente las organizaciones
y la sociedad en la cual se encuentran inmersos para establecer líneas de trabajo que proyecten a la organización
como competitiva y atractiva para la inversión externa y/o percepción de quienes son sus clientes o usuarios.
Por otra parte, la institucionalidad pública, específicamente, los grupos políticos, deben leer rápidamente el
diagnóstico social, económico y valórico que les permita crear un programa de trabajo atractivo y beneficioso
para la ciudadanía, con el objetivo de obtener el poder de la dirección del país.
El actual gobierno de Chile se ha definido como feminista, cuyo principal objetivo, en esta materia, es erradicar
la desigualdad entre hombres y mujeres, avanzando hacia una sociedad más justa. De esta manera, tanto las
organizaciones públicas como privadas han debido diversificar y aumentar las materias de responsabilidad
internas en relación con las personas que hacen parte de la organización como trabajadores y trabajadoras.
Dichas nuevas responsabilidades, han recaído sobre los gestores y directores de personas, lo cual refleja la
creciente responsabilidad activa con la justicia organizacional y, como repercusión, con la justicia social.
Desde esta perspectiva, las áreas de gestión y desarrollo de personas se alejan definitivamente de su época
racional y mecanicista, absorbiendo desafíos creativos que impliquen el diseño y aplicación de iniciativas de
desarrollo sobre un estado de pleno ejercicio del derecho. En este sentido, la discriminación y violencia contra
las mujeres siguen siendo un fenómeno presente que daña profundamente el estado de derecho, la justicia social
hasta la productividad y economía de un país. Las barreras organizacionales para el acceso y desarrollo de las
mujeres, específicamente en los altos cargos directivos e intermedios, esconden concepciones violentas que
encasillan a las mujeres a cumplir roles estereotipados que condicionan el ejercicio de sus derechos.
En consecuencia, la presente investigación pretende identificar las Barreras organizacionales en materia de
gestión de personas que influyen en el posicionamiento de mujeres en los cargos de liderazgo directivos e
intermedios en el sector público, específicamente, en una organización de alta jerarquía e incidencia política
para la construcción y posicionamiento de políticas públicas, Ministerio Secretaría General de la Presidencia. | es_ES |