Sindicatos contra la precariedad laboral. Análisis de tres “procesos de organización sindical” de trabajadores estructuralmente débiles en Chile: los casos del trabajo doméstico asalariado y del retail supermercadista

Abstract

En la literatura de los estudios del trabajo, y particularmente de los estudios del sindicalismo y del conflicto colectivo laboral, está bastante consensuada la idea que las relaciones laborales en Chile se encuentran desequilibradas a favor de los empleadores (Calderón, 2008; Campusano, Gaudichaud, Osorio, Seguel, & Urrutia, 2017; González & Zapata, 2015; Núñez, 2012), especialmente por una institucionalidad laboral restringida que, al menos en sus pilares fundamentales, fue heredada desde el régimen de Pinochet (Aguilar, 2017; Caamaño Rojo, 2016; Rojas, 2007). Pero si bien los trabajadores de la formación social chilena comparten este mismo bajo poder institucional, el poder estructural (definido enseguida) que estos tienen es heterogéneo, en tanto ocupan diversas posiciones en el sistema económico: trabajan en distintos sectores económicos, de forma más o menos aislada, ocupan diferentes posiciones en las cadenas de producción, tienen distintos niveles de calificación y tienen distintas formas de inserción en el empleo (contratos estables, subcontrato, ausencia de contrato, etcétera). Esta heterogeneidad estructural permite distinguir poderes desiguales entre diferentes sectores de trabajadores