Abstract | dc.description.abstract | Desde sus inicios la fenomenología se posiciona como una disciplina filosófica cuya misión fundamental consiste en describir las distintas estructuras de la experiencia humana. Es así, que desde sus primeros desarrollos es posible advertir que la noción de subjetividad desempeña un lugar preponderante al interior de esta tradición de pensamiento. Si la fenomenología pretende tematizar nuestras diferentes vivencias, dicho ejercicio reflexivo solo resulta posible mediante la descripción de la experiencia vivida por un determinado sujeto. De esta manera, la subjetividad se posiciona desde un comienzo como la protagonista metodológica de este enfoque filosófico.
Situada en este contexto general, la siguiente indagación tiene como misión principal resolver la que, desde nuestro punto de vista, constituye la problemática central del quehacer fenomenológico, esta es, aquella relativa al nacimiento de la subjetividad. Para lograr este objetivo nos situaremos al interior de las fenomenologías desarrolladas por Emmanuel Levinas y Henri Maldiney, concentrando nuestro análisis en la descripción de aquella dimensión vulnerable del sentir tematizada por ambos autores. De este modo, nuestra investigación dispone de dos grandes momentos.
En nuestro primer capítulo dedicado a la fenomenología levinasiana, estableceremos que la sensibilidad mienta una apertura pre-reflexiva que, así como permite nuestro nacimiento existencial por medio de la apropiación gozosa de la alteridad del alimento, nos expone a la posibilidad de aquel desencuentro despersonalizante mediante el que resultamos despojados del dominio sobre nuestra existencia y, con ello, vulnerados en nuestra propia subjetividad.
En nuestro segundo capítulo, orientado a la fenomenología maldineyana, describiremos el sentir como transpasibilidad, es decir, como una apertura sin a priori a aquel encuentro que posibilita a todos los demás, a saber, aquel encuentro sorpresivo con el acontecimiento mediante el que emerge la subjetividad. En este contexto, sostendremos con Maldiney que, producto del carácter vulnerable y transpasible de nuestro sentir, el proceso de nacimiento de la subjetividad debe comprenderse como un movimiento rítmico e inacabado.
Al final de nuestro recorrido esperamos mostrar con ambos fenomenólogos, que la vulnerabilidad, antes que constituir una situación excepcional o un defecto imputable a un individuo particular, mienta un horizonte siempre latente a todas nuestras vivencias y, por este motivo, una estructura fundamental de nuestra experiencia. | es_ES |