Habitar la memoria: morada afectiva y fantasma en La edad del perro de Leonardo Sanhueza

Abstract

El presente trabajo busca comprender la construcción narrativa de la memoria de los afectos en el relato de postdictadura de la obra La edad del perro (2014) de Leonardo Sanhueza. La búsqueda asume la inserción de esta obra de autoficción en un campo de estudios de posmemoria, espacio conflictivo pero prolífico, que sirvió como camino intuitivo y genuino para una generación de escritores del Cono Sur que halló en esta modalidad discursiva la manera de hablar de los sucesos acaecidos en las diversas dictaduras militares. En este sentido, en La edad del perro la figura del narrador, imagen autoficcional que está constituida tanto por la voz del niño que se era como por la voz del hombre que se es, emerge de la necesidad de recordar la propia historia vivida y de rearmar el rompecabezas de la identidad. Para ello, este narrador aparece habitando la “morada afectiva”, un espacio físicotemporal fragmentado que se destaca por la presencia de un mundo simbólico considerable y una fuerte carga afectiva; y que servirá como su espacio vital. En el texto, los elementos afectivos trascendentales guardan relación con el padre y con la familia, por lo que es posible trabajar la obra a partir de la figura del “fantasma” lacaniano y, así mismo, de su expresión en el cuerpo, ya sea cuerpo herido o cuerpo muerto. Los cuestionamientos narrativos del protagonista hacia el final del relato nos permiten observar los límites de la “morada afectiva”, en el sentido de insuficiencia, ya que, desde el momento de reencuentro con el cadáver del padre, el narrador se ve enfrentado a la necesidad de recurrir a la lógica del fantasma.