| Abstract | dc.description.abstract | La salud ocupacional, la seguridad laboral y la accidentabilidad de los trabajadores en las organizaciones han cobrado una especial relevancia en Chile. Se ha vuelto una prioridad para nuestro país desarrollar procesos de mejora en aspectos claves tales como la calidad y la productividad. Sin embargo, a estos factores se deben sumar la seguridad al interior de nuestros lugares de trabajo, la gestión de las personas en general, así como el respeto y cuidado por el medio ambiente, de modo de reducir las externalidades negativas del desarrollo productivo en la sociedad. Los trabajadores adquieren una especial relevancia, ya que en su desempeño en ocasiones deben lamentar la ocurrencia de accidentes o enfermedades ocupacionales, lo que muchas veces conlleva consecuencias de gravedad o incluso fatales. En este contexto, surge la necesidad de implementar nuevas y mejores formas de gestionar el riesgo, permitiéndonos contar con trabajos más seguros.
La gran preocupación que existe por parte de las autoridades del país en relación con mejorar las condiciones de seguridad laboral se refleja en la inversión de recursos estatales en el análisis de la situación y el acuerdo con las mutuales para reducir la tasa de accidentabilidad en el país. Desde el ámbito la gestión de personas, es posible constatar entonces grandes esfuerzos en las empresas por velar por la salud de sus trabajadores y disminuir el ausentismo provocado por accidentes laborales. Según datos entregados por la Superintendencia de Seguridad Social, en su último informe de estadísticas, la tasa total de accidentabilidad del trabajo por mutualidades disminuyó de un 5.5% en el 2011 a un 4.9% en el 2012 y el Gobierno espera que disminuya aún más estas cifras a un 4% en el año 2015. (Ministerio del Trabajo y Previsión Social, 2013).
No obstante lo anterior, de acuerdo a información entregada por la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), las cifras aún indican que existe un número altísimo de accidentes laborales por año, concentrándose en las empresas medianas y pequeñas. Considerando los datos obtenidos del sistema de Mutualidades, en el periodo enero – octubre 2012 se registraron 182.046 accidentes del trabajo (Ministerio del Trabajo y Previsión Social, 2013). Estos indicadores muestran la necesidad de seguir invirtiendo en desarrollar políticas empresariales que acompañen las políticas públicas, de manera de gestionar a las personas y disminuir los riesgos de accidentes y de contraer enfermedades laborales. Sin perjuicio de lo anterior, estas políticas pueden tener un efecto reducido en algunas organizaciones, dado que la implementación de las políticas de seguridad para que los trabajadores efectivamente desarrollen comportamientos seguros se puede ver obstaculizada por las dinámicas organizacionales (Daniellou, Simard, & Boissières, 2013; Shein, 1985; Zohar, 1980)
Entidades como la mutual de seguridad trabajan con una visión permanente de reducir la accidentabilidad y mortalidad del trabajo a una tasa de 3,5 antes de 2016. En este sentido los esfuerzos están dirigidos a la totalidad de empresas, que incluyen no sólo Grandes Empresas, sino que especialmente a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs). Las PyMEs generan más del 80% del empleo en Chile y la gestión de la seguridad se ve dificultada por el tamaño y los recursos disponibles (Mutual de Seguridad, Memoria, 2012). Según datos de la Superintendencia de Seguridad Social, la tasa de accidentabilidad del año 2013 de empresas grandes alcanzó un 3,8 por ciento, mientras que las PyMEs superaron esta marca con un promedio de 5,3 por ciento (Ministerio del Trabajo y Previsión Social, 2013). Produciendo un gran efecto en este último tipo de empresas, ya que cualquier accidente o día perdido afecta en forma inmediata sus indicadores, dado que cuentan con una menor cantidad de trabajadores contratados.
En nuestro país, la cantidad de empresas durante el año tributario 2014 supera el millón. Entre ellas, podemos apreciar que un alto porcentaje corresponde a las Pequeñas y Medianas empresas, PyMes. Según una clasificación del Ministerio de Economía, una empresa pequeña es la que al año vende productos o servicios por valores entre 2.400 y 25 mil UF. Una empresa mediana vende entre 25 mil UF y 100 mil UF. | CL |
