Abstract | dc.description.abstract | El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que causa alteraciones
en la estructura y función de las glándulas exocrinas debido a la destrucción de la
lámina basal de acinos y ductos, y a la degradación de las principales proteínas de
matriz extracelular. El progresivo reemplazo de componentes exocrinos por tejido
adiposo y fibroso, conduce a la sequedad de mucosas, principalmente oral
(xerostomía) y ocular (xeroftalmia), que son los principales síntomas de esta
enfermedad.
En las glándulas de estos pacientes, también se pueden encontrar focos de
infiltrado linfocitario, los que se correlacionan con el progreso de la enfermedad. Sin
embargo, cambios importantes en las células epiteliales y la matriz extracelular, darían
cuenta del desarrollo de esta enfermedad de manera independiente a la presencia de
infiltrado de células mononucleares. A nivel molecular, la degradación de la matriz
extracelular es inducida por un desequilibrio entre metaloproteinasas de matriz y sus
inhibidores tisulares, favoreciendo la actividad proteolítica. La degradación de
componentes de la lámina basal desorganiza la estructura y conduce a la pérdida de
anclaje celular a la matriz extracelular.
La señalización dependiente de anclaje mantiene la polaridad celular
principalmente a través de complejos de adhesión llamados hemidesmosomas. El
receptor involucrado en formar estas estructuras es la integrina α6β4, cuyo ligando de
mayor afinidad es la laminina-5. Recientemente se ha demostrado que la laminina-5
está sobreexpresada (a nivel de proteínas y mRNA) en glándulas salivales labiales de
pacientes con síndrome de Sjögren. Además, análisis de microarreglos de cDNA
obtenidos de glándulas salivales labiales de pacientes con síndrome de Sjögren, y
comparados con los obtenidos de individuos control, han demostrado que varias
proteínas citoplasmáticas normalmente asociadas a la integrina α6β4, por ejemplo
BP230 y citoqueratina 8/18, están sobreexpresadas.
Las integrinas, además de su papel como mediadores de la interacción célulamatriz,
participan en la señalización hacia y desde la célula (señalización bidireccional),
la que es importante para regular procesos como proliferación, diferenciación y muerte
celular. Por lo tanto, la degradación no regulada de lámina basal, no sólo modifica las
propiedades de adhesión de la célula, sino también las señales que estos receptores
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llevan al interior de la célula, conduciendo a importantes cambios que pueden llevar a
la muerte celular.
De esta manera, se decidió analizar los niveles de expresión y localización
subcelular de la integrina α6β4 en células acinares de pacientes con síndrome de
Sjögren e individuos control, y así estudiar si estos se relacionan con los cambios que
ocurren en estas glándulas.
Se propuso la siguiente hipótesis:
“En glándulas salivales de pacientes con síndrome de Sjögren la pérdida de
adhesión de células acinares a su lámina basal y la sobreexpresión de laminina-5, se
acompañan de una sobreexpresión y/o redistribución de la integrina α6β4”
Para evaluar esta hipótesis, se determinaron los niveles de mRNA y de
proteínas de las subunidades α6 y β4 en glándulas salivales de pacientes con síndrome
de Sjögren y se compararon con los resultados obtenidos de individuos controles.
Además, mediante inmunohistoquímica, usando anticuerpos específicos para cada
subunidad, se analizó la localización de la integrina α6β4 en la membrana plasmática
de células acinares y la de laminina en láminas basales de acinos de glándulas
salivales. Los resultados obtenidos no mostraron diferencias significativas en los
niveles relativos de mRNA entre pacientes y controles, tanto para la integrina α6 (p =
0,49) como para la integrina β4 (p = 0,71). Al analizar los niveles relativos de proteínas,
en el caso de α6, no se encontraron diferencias significativas entre el grupo total de
pacientes y el grupo control (p = 0,2), sin embargo, al separar el grupo de pacientes en
dos subgrupos de acuerdo a su nivel de expresión, se encontró que el que presentaba
niveles menores no tenía diferencias significativas respecto al grupo control (p =
0,296), mientras que el otro, que presentaba niveles relativos mucho más altos, sí
mostró diferencias significativas (p = 0,014). En cuanto a la proteína β4, ésta se
encontró de manera intacta (200 kDa) y proteolizada (172 y 145 kDa) tanto en
pacientes como en controles. De ambas formas, los niveles fueron significativamente
menores en pacientes respecto a controles (p = 0,02).
En cuanto a la localización subcelular de la integrina, en pacientes se encontró
una importante redistribución hacia la superficie lateral de la célula, encontrándose
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incluso a nivel citoplasmático en los casos de mayor desorganización de la lámina
basal.
Estos y otros resultados confirman de manera parcial la hipótesis, donde el
mecanismo de rescate al desanclaje podría llevarse a cabo a través de la redistribución
de la integrina α6β4 a nivel subcelular. Existirían otros mecanismos por los cuales se
mantendrían activas algunas de las señales dependientes de anclaje, para completar el
sistema de rescate a la muerte celular, y que no pasarían necesariamente por una
mayor cantidad de integrina α6β4. | |