Show simple item record

Professor Advisordc.contributor.advisorBenavente, José Migueles_CL
Authordc.contributor.authorBravo Rodríguez, Felipe es_CL
Staff editordc.contributor.editorFacultad de Economía y Negocioses_CL
Staff editordc.contributor.editorEscuela de Economía y Administraciónes_CL
Admission datedc.date.accessioned2012-09-12T18:47:54Z
Available datedc.date.available2012-09-12T18:47:54Z
Publication datedc.date.issued2005es_CL
Identifierdc.identifier.urihttps://repositorio.uchile.cl/handle/2250/108342
Abstractdc.description.abstractHoy en día existe consenso acerca de la importancia que las nuevas empresas tienen para una economía moderna. La globalización de los mercados, la llamada “nueva economía” y las revoluciones científico-tecnológicas en el área de las comunicaciones y la informática, son muestras de que el mundo actual funciona distinto al pasado, las fuentes del crecimiento económico son diferentes. En este escenario, donde la innovación y el conocimiento son la clave para el crecimiento y desarrollo económico de un país, las nuevas empresas aparecen como protagonistas principales por su capacidad de generar innovaciones y por la ventaja que tienen sobre las firmas existentes para adaptarse a los continuos cambios que este nuevo contexto presenta. Varios estudios en distintos países muestran que las nuevas empresas, especialmente las más dinámicas, son una importante fuente de empleo, de introducción de innovaciones. (Kantis et al. 2002; OCDE 1999 y 2001; Reynolds et al. 1999, 2000 y 2001). El tema del emprendimiento (“entrepreneurship”) ha surgido también con gran fuerza. Se conoce la existencia del emprendedor desde hace mucho tiempo pero su relevancia en el desarrollo económico y social sigue siendo parte de un debate global de estudio. La universidad es vista como uno de los principales factores de producción de innovación, generación de nuevo conocimiento, nuevas tecnologías y el aumento de las capacidades del capital humano. Una gran proporción de las nuevas empresas tecnológicas que han surgido en los últimos años han sido el resultado de las investigaciones científicas realizadas dentro de las universidades. Tanto en USA como en la mayoría de los países de la Unión Europea se han desarrollado sistemas de promoción de la innovación para apoyar el desarrollo económico, y dichos sistemas se han caracterizado por entender la importancia que tiene la investigación universitaria dentro del proceso, asegurando un financiamiento adecuado y estableciendo las políticas apropiadas para promoverla. En Chile, el Gobierno ha estado incentivando y promoviendo la formación de Incubadoras de Negocios de base universitaria a través del financiamiento de CORFO al ver en este mecanismo una real oportunidad de fomento productivo, aprovechando así las ventajas y capacidades que ofrecen las universidades y otras entidades en materia de capital intelectual, investigación y desarrollo, información, etc. La Incubación de Negocios, ¿Qué es una Incubadora de Negocios? Se trata de políticas de desarrollo industrial promovidas por el gobierno o por el sector privado, que consisten básicamente en espacios físicos acondicionados para albergar actividades empresariales o industriales en etapa de diseño, prototipos e inicio formal de producción o servicios, al cual se agrega la asistencia técnica y el acompañamiento necesario para llegar a formarse en empresa. El objetivo es abrir una nueva oportunidad para resolver los problemas críticos de una empresa cuando está iniciando su gestión, enfocada a superar obstáculos en la etapa de despegue, apoyar a emprendedores que no tienen la capacidad necesaria para llevar a cabo su negocio, ya sea por falta de financiamiento, infraestructura, desconocimiento de aspectos técnicos y/o capacidad de gestión y orientarlos hacia la integración de la mayor cantidad de fuerzas empresariales, sociales y gubernamentales para encontrar los apoyos necesarios. Las Incubadoras proveen un lugar físico de trabajo, servicios de asistencia y de soporte directo a los incubados, a quienes se les apoya en aspectos claves de sus negocios, tales como elaboración de los planes de negocios, estrategias, marketing, financiamiento, asistencia legal, resguardo de propiedad intelectual1 , etc. Se han visualizado en las Incubadoras, un instrumento de apoyo complementario a políticas públicas o privadas, puesto que permiten vincular ámbitos o sectores que generalmente se desarrollan por vías paralelas y por ello no es fácil su interacción como son universidad, empresa y gobierno, al atravesar momentos difíciles en materia de desarrollo económico. El aspecto o tema central de estas experiencias es la búsqueda de la consolidación de aquellas ideas y proyectos empresariales de alto potencial económico y de carácter innovador que, en condiciones corrientes de falta de apoyo y estructuración empresarial adecuada, no alcanzan a transformarse en empresas maduras y mueren en el intento. El proceso de Incubación Una Incubadora es una herramienta de desarrollo económico por cuanto su principal misión es producir negocios exitosos que sean financieramente viables y autónomos, después de su graduación de la Incubadora. El proceso comienza con el marketing y promoción de la Incubadora para atraer a emprendedores con proyectos y potencial para convertirse en empresas exitosas. Luego los postulantes entran a un proceso de selección, durante el cual el gerente de la Incubadora y su staff evalúan el perfil del equipo gestor y la idea de empresa. A continuación, los postulantes aceptados ingresan a una etapa de Preincubación, que puede durar entre 2 y 3 meses, en la cual deben definir su Plan de Negocios y generar un plan de trabajo para toda la fase de Incubación, con apoyo del staff de la Incubadora. Al final de esta etapa, los preincubados postulan a la Incubación propiamente tal, presentando su Plan de Negocios al directorio de la Incubadora, el cual selecciona aquellos proyectos que cumplan los requisitos del programa y tengan buenas posibilidades de éxito. Aquellos postulantes aceptados entran a la etapa de Incubación, donde la Incubadora acompaña a la empresa en el desarrollo de productos y servicios, y el inicio de sus actividades comerciales. Durante esta etapa, los incubados reciben además apoyo para realizar un Plan de Negocios detallado, acceder a diferentes instrumentos de financiamiento y capitalización, asistencia y capacitación en temas de creación y gestión de empresas. Esta etapa puede durar entre 1 y 3 años, dependiendo del tipo de empresa. Una vez que la empresa sale al Mercado, se inicia un proceso de seguimiento por parte de la Incubadora, de modo que la empresa no se desvincula totalmente. Eventualmente, ésta puede acceder a servicios de post-Incubación tales como mejoramiento de productos, acceso a nuevas rondas de financiamiento, etc. Además, este vínculo permite mantener a la Incubadora un registro de la información del desempeño de sus graduados en el Mercado. El éxito de los incubados está afecto a condiciones tanto internas a las empresas como de su entorno. Entre las primeras, destacan el perfil de los emprendedores (liderazgo, compromiso, tolerancia al riesgo), el grado de conocimiento del mercado y el tipo de negocio o producto seleccionado. La Incubación hoy en día. El concepto de Incubación de Negocios se ha expandido en el mundo en los últimos 15 años a un ritmo acelerado. El líder mundial en esta materia es sin duda USA, quien cuenta con más de 1000 Incubadoras y un alto grado de organización a través de la NBIA. En Europa hay aproximadamente 900. Existen en América Latina, en Japón y en el Sudeste Asiático. Estimaciones de la NBIA indican que por cada US$1 invertido en subsidios a las empresas incubadas, éstas generan US$45 por concepto de tributación; que las empresas incubadas han generado cerca de 500 mil empleos desde 1980 y que el costo promedio de creación de un puesto de trabajo es del orden de 10 veces menor que el costo promedio de otros instrumentos económicos. Así también, se estima que por cada 50 empleos creados por una empresa incubada se generan otros 25 puestos de trabajo en la comunidad. En Chile la Incubación de Negocios se inició hace menos de una década, con la primera iniciativa desarrollada por INTEC2 y la Facultad de Cs. Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, que dio origen a la Incubadora EmpreNet, hoy llamada AccessNova. Luego de esta primera experiencia, se inició el Programa Regional de Incubación de Negocios de la Región del Bío-Bío, creándose 3 nuevas Incubadoras universitarias. Con el lanzamiento de la nueva Línea de Financiamiento para la creación de Incubadoras de Negocios del FDI de CORFO, 8 universidades han creado sus propias Incubadoras, estableciéndose una red distribuida a lo largo de todo el país. En Chile, las Incubadoras de empresas son fundamentalmente de 2 tipos: Incubadoras Universitarias e Incubadoras Municipales. Entre las primeras encontramos a: - Incubadora de Empresas de Alta Tecnología IDEA Incuba - Incubadora INCUBATEC. - Incubadora Access Nova - Incubadora Octantis - Incubadora del Instituto Internacional para la Innovación Empresarial (3iE) - Centro de Desarrollo de Empresas (CDEUBB) - Incubadora de Empresas y Emprendedores (IEE-UCSC) Entre las segundas encontramos a: - Incubadora Santiago Innova (S.I.) - Programa Incubadora de Empresas Locales (PROINEL) Conclusiones La situación actual de la Incubación depende mucho del país. En USA y Europa la Industria de la Incubación de Negocios esta muy desarrollada. En Chile todavía es una Industria inmadura que tiene mucho que mejorar y seguir avanzando, se puede decir que está en un proceso de aprendizaje. Seguramente, y de hecho, en 5 años mas, la Industria de Incubación tendrá una metodología mucho mas rica de la que tiene hoy pues va “aprendiendo de la experiencia”. Actualmente tiene una metodología, la cual se ha sistematizado con el aprendizaje que se ha logrado, pero sin duda se puede seguir mejorando mucho más. En este momento se está trabajando el área de desarrollo de negocios en el equipo gestor (el Coaching), conocer el porqué los agentes se desenvuelven de ciertas maneras, etc., el cual permitirá desarrollar y sistematizar una metodología así como se tiene una del proceso de incubación propiamente tal y de esta forma poder realizar actividades de trabajo con la persona destinadas a mejorar a los emprendedores. Por otro lado hay que hacer notar que todavía resulta muy difícil, que el mundo académico, quienes hacen la investigación de punta, den los pasos necesarios hacia avanzar hacia etapas mas comerciales. Las universidades todavía se enfocan solo desde el punto de vista más puro de investigación. El apoyo a la formación de Incubadoras universitarias que fomenten la I&D tecnológica, así como la creación de mecanismos e instrumentos de apoyo al financiamiento de los proyectos de creación de nuevas empresas, tales como Capital Semilla, y un mejor acceso a los capitales de riesgo y a redes de inversionistas ángeles, constituyen un desafío para el país. Deben establecerse, por ejemplo, reformas a la Ley de Capitales y/o ajustes a la política tributaria que fomenten la innovación y la transferencia tecnológica. Sin importar cual sea el modelo adoptado por la incubadora, éstas pueden ser exitosas siempre y cuando lleguen a ser un real instrumento de fomento productivo y desarrollo económico, es decir, cuando asocien la capacidad de "incubar" con las de generar dinámicas internas y externas relacionadas con la productividad, con la innovación y con la creatividad. En Chile por tratarse todavía de una industria muy joven, las evaluaciones de su impacto son aún escasas y se requiere seguir investigando una serie de aspectos relativos a su funcionamiento y a su financiamiento. No obstante lo que si es claro es que el emprendimiento debe fortalecerse. A mi parecer son tres sectores los de vital importancia: (i) El sector educativo. Cambiar el rol de una universidad aislada en lo académico hacia una universidad integrada con la vida económica, y ello requiere de una universidad con espíritu empresarial. (ii) El sector empresarial. Entregar apoyos financieros y técnicos, haciéndolos más extensivos y no limitados a determinados grupos con intereses particulares. Y, además del apoyo económico, orientación para el desarrollo de sus proyectos. (iii) El sector gobierno. Debe tener un papel de promotor de proyectos, a través de fuentes de financiamiento accesibles a emprendedores de micro, pequeñas y medianas empresas, apoyando la vinculación empresa-universidad. Las incubadoras están cumpliendo un importante rol en este aspecto de servir como mecanismo articulador de estos 3 sectores: gobierno-universidades-empresas. No obstante se requiere seguir avanzando en esta misma línea. Además como propuesta creo que este programa de incubación podría hacerse extensivo también a Pymes que presentan deficiencias y que requieren de ayuda para insertarse en el actual mercado global más competitivo y no solo centrarse en proyectos con un alto componente de innovación. Las Incubadoras sin duda podrían ser un valor agregado por la experiencia que pudieran entregar del aprendizaje logrado con los proyectos realizados.
Lenguagedc.language.isoeses_CL
Publisherdc.publisherUniversidad de Chilees_CL
Type of licensedc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile
Link to Licensedc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/
Keywordsdc.subjectNUEVAS EMPRESASes_CL
Keywordsdc.subjectGestión de negocios--Chilees_CL
Títulodc.titleIncubadoras de negocios en Chile.es_CL
Document typedc.typeTesis


Files in this item

Icon

This item appears in the following Collection(s)

Show simple item record

Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile
Except where otherwise noted, this item's license is described as Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Chile