Nada que decir... O decir la nada, leyendo a Heidegger.
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Acevedo Guerra, Jorge
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Author
dc.contributor.author
Baño, Paloma
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Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Filosofía y Humanidades
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Staff editor
dc.contributor.editor
Departamento de Filosofía
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Admission date
dc.date.accessioned
2012-09-12T19:16:04Z
Available date
dc.date.available
2012-09-12T19:16:04Z
Publication date
dc.date.issued
1999
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Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/110045
General note
dc.description
Informe de Seminario para optar al grado de Licenciado en Filosofía
Abstract
dc.description.abstract
Lo que nos interesa destacar del “nada que decir” no es la expresión “que decir” (la cual podría perfectamente ser reemplazada por “que explicar”, “que escribir”, “que contar”, etc.), sino esa extraña palabra que habitualmente entendemos simplemente en el sentido de “no”. Cuando suponemos que para ser consecuentes con el “nada que decir” habría que dejar las páginas en blanco, estamos pensando el término “nada” en ese sentido que habitualmente solemos asignarle – el de la negación -, por lo cual el “nada que decir” se nos vuelve idéntico a “no decir”. No se trata aquí de rechazar de buenas a primeras ese sentido de la palabra “nada”; se trata más bien de llevar la expresión “nada que decir” a una situación en la cual se la vivencie realmente, en la cual cobre plena significación a causa de sentírsela como verdad. Es cierto que la frase funciona en muchos y muy diversos contextos: podemos replicar “nada que decir” frente a alguien que nos pregunte sobre un tema en particular, donde el tema puede ser cualquiera. Se trata de nada que decir ante alguien que nos pide explicaciones por alguna controvertida decisión nuestra, por ejemplo. En ese caso, puede que repliquemos “nada que decir” porque simplemente no queremos dar explicación alguna al respecto. Los ejemplos podrían ser muy variados, desde luego, pero siempre estarían referidos a un tema particular frente al cual uno decidiera callar, no decir.