Informe de Seminario para optar al grado de Licenciado en Filosofía.
Abstract
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Acercarnos a la tarea de dilucidar el fondo último de nuestro pensar, en sí ya es una aventura que no puede ser abarcada en su totalidad aquí. Quién sabe si algún día lleguemos a ello -de la forma que sea-. Quién sabe también si esa tarea sea ‘la tarea’ a la cual hemos sido convocados en nuestra condición de ‘animal rationale ’. Pues bien, aquí hemos intentado crear un puente que una a Occidente con Oriente, ya que la curiosidad de que ha sido objeto la filosofía oriental y en particular la budista no se debe sólo a una ‘moda oriental espiritual’, sino quizás al reconocimiento del olvido que esta ‘otra filosofía’ -a modo de amnesia filosófica- habría sufrido en Occidente. La imagen del puente nos llama a fijar nuestra mirada en el centro de él. Ya sabemos que el puente acerca a una orilla de la otra, pero la acerca porque está separada y aquello que las separa, mienta a la vez de aquello que las une. Pensemos en un río y construyamos en nuestra mente un puente. Ahora, atrevámonos a cruzarlo. ¡Qué nos ha ocurrido! Hemos llegado al otro lado. Y si se nos preguntara ¿qué de especial tiene el otro lado? Podríamos responder, por lo pronto, que ahora podemos descubrir el lado contrario, a saber, el lugar en donde partimos al atravesar el puente; de forma distinta, ya que lo vemos desde fuera y eso nos hace inmediatamente ver aquello que sólo la distancia permite, se vea.