¿QUÈ HAY DETRÁS DE LA VENTANA?: La escritura del Yo y del Otro cuando la comunidad se ha disuelto. Los detectives salvajes de Roberto Bolaño
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Morales Toro, Leonidas
es_CL
Author
dc.contributor.author
Lobos Asenjo, Macarena Paz
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Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Filosofía y Humanidades
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Staff editor
dc.contributor.editor
Departamento de Literatura
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Admission date
dc.date.accessioned
2012-09-12T19:16:35Z
Available date
dc.date.available
2012-09-12T19:16:35Z
Publication date
dc.date.issued
2007
es_CL
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/110466
Abstract
dc.description.abstract
“¿Qué hay detrás de la ventana? La escritura del Yo y del Otro cuando la comunidad se he disuelto”, es el título que enmarca nuestra reflexión en torno a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño. En ella, tal como lo señala el nombre, he intentado hacer evidente el problema de la escritura, tanto personal como del Otro, una vez que el sujeto se ha quedado solo. Para esto he seguido dos líneas: la escritura del Yo a partir de la observación del Otro, y por otra parte, el camino hacia el Otro (hacia su construcción o re-construcción), desde el Yo. Para el primer punto he utilizado la noción de self y la red de narraciones que ésta implica. Todo esto insertado en el marco del diario íntimo1 en cuanto género literario. En cuanto a la segunda línea de lectura, observaremos, en el CAPITULO II, cómo se intenta re-construir al Otro gracias a las narraciones-testimonios que muchos personajes prestan, y de acuerdo a esta misma forma, la búsqueda sólo podrá llevarse a cabo por medio de fragmentos (una recopilación de ellos). La escritura será el reflejo de las búsquedas propias, y en ambos casos los sujetos quedarán imposibilitados de encontrar un fin, una finalidad. Entonces asumen una nueva perspectiva, y son capaces de entregarse al sólo despliegue de la vida, de la escritura. Y aparecerán como detrás de una ventana, afirmando que la búsqueda siempre vale la pena, independientemente de su desenlace y que para vivir y salvar la soledad, a la que muchas veces el mundo nos arroja, se deben necesariamente tomar riesgos.