Este trabajo tiene por objetivo verificar cómo la locura, entendida como psicosis, se convierte en factor que articularía lo fantástico. Obviamente no se pretende dar como único eje articulatorio de lo fantástico a la locura, puesto que existen innumerables narraciones fantásticas, en las cuales la locura no aparece y no por esto las obras dejan de considerarse como tal. Otro de los objetivos trazados, es dar cuenta como interactúa la llamada vacilación fantástica, con la locura, ya que ambos fenómenos supondrían un efecto similar al interior del relato fantástico. En primer lugar será necesario sentar bases teóricas que permitan introducirse a pie firme en el terreno de lo fantástico, por lo que resulta en absoluto necesario revisar algunas teorías que se han forjado en torno al tema. También se deben establecer claramente las diversas significaciones y representaciones que posee el concepto de locura, ya que debido a su gran amplitud, es imprescindible delimitarlo. Las obras que se utilizarán para desarrollar el trabajo son los cuentos: “El Horla” de Guy de Maupassant, “Doblaje” de Julio Ramón Rybeiro y “Tenga para que se entretenga” de José Emilio Pacheco. Estas obras, si bien son muy diferentes entre sí, son pertinentes de ser analizadas según los propósitos planteados para desarrollar el presente informe, ya que en las tres obras de algún u otro modo se hace presente la locura.