Interioridad: un punto de partida para la problemática ético-religiosa de S. Kierkegaard
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Sáez Ramdohr, Enrique
Author
dc.contributor.author
Caballero Medina, Nicolás
Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Filosofía y Humanidades
Staff editor
dc.contributor.editor
Departamento de Filosofía
Admission date
dc.date.accessioned
2013-05-02T16:04:05Z
Available date
dc.date.available
2013-05-02T16:04:05Z
Publication date
dc.date.issued
2012
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/113128
General note
dc.description
Informe de Seminario para optar al grado de Licenciado en Filosofía
Abstract
dc.description.abstract
Se intenta en el presente escrito dar cuenta del tránsito que hay en el pensamiento de
Kierkegaard desde la postura polémica de su pensamiento, que se aparta enteramente de las
convicciones masivas y masificantes, hacia la interioridad, esto es, hacia la determinación
individual. De ese modo se busca dar cuenta de la postura ética del autor desde su polémica
con la filosofía y sus contemporáneos. Para ello se hará uso de la doble acepción del
concepto de interesse para marcar un primer tránsito desde la argumentación metafísica
hacia la ética, esto es, desde la dialéctica de Hegel hacia su propia dialéctica que, aún
cuando se desarrolle con conceptos similares, funda una dirección propia en su aplicación.
De ese modo surge el interés infinito por la propia existencia y la interioridad como punto
de referencia de lo real. El desarrollo posterior del concepto de verdad no es más que un
reflejo de este vuelco, en tanto es la verdad cierta apropiación que se apoya en un
apasionamiento individual. Desde aquí se erigen las categorías existenciales de
Kierkegaard, especialmente la seriedad, que es la que determina finalmente el carácter ético
de su pensamiento. Tal seriedad, en tanto se expresa como un interés en la propia existencia
que busca desencallar de la concepción estética de la existencia (que es básicamente
corporal e inmediata) se propone un fin absoluto para el cual ha de persistir por decisión
propia y por el cual pondrá todo en riesgo, pues en su cumplimiento reside su salvación
eterna. Sólo entonces ha de acaecer el salto, que aparece aquí como un límite del
planteamiento ético y desde el cual ha iniciarse la problemática religiosa, a saber, la fe. Por
tanto, lo aquí realizado es un intento de acercamiento a la fe, mas no una inmersión en la
misma.