La encrucijada de la libertad moderna
Author
Professor Advisor
Abstract
¿Por qué la libertad? ¿Cuáles son sus implicancias ontológicas y epistémicas en la
modernidad? Son estas preguntas las que han guiado esta investigación pues, por una parte,
el decantamiento teórico-práctico de la libertad en la modernidad puede ser leído como la
traición hacia la promesa ilustrada de la emancipación de la especie y, por otra parte,
puede ser interpretado como la materialización de una determinada forma de libertad que la
constituye como dispositivo de dominación.
Por ello la presente investigación se levanta sobre la hipótesis de que la modernidad
se constituye como un campo de batalla que disputa el control del enunciado sobre la
libertad y sobre las prácticas que derivan de esta noción.
Desde esta perspectiva, la exploración comienza abordando el planteamiento teórico
de Kant, pues allí la libertad es el cimiento que constituye la potencia de la razón que luego
se expresa en el proyecto de emancipación ético-político de la ilustración, el cual debía
concretarse en la comunidad política y en la historia. No obstante, el progreso técnicocapitalista
que pone en marcha la “ciencia” de la economía-política, despliega una
transformación de este proyecto. Una conversión que quizás está en los propios genes de la
libertad moderna, puesto que la potencialidad de la razón se abre a un campo inabarcable de
posibilidades en que ésta devela su inherente irracionalidad.
En este escenario, Marx enfatiza aquella paradoja, poniendo en evidencia los
avatares de una libertad que no sólo renuncia a la posibilidad de la liberación de la especie,
sino que se constituye como soporte para instalar el control sobre la producción y las
formas de circulación que se distancian del componente ético que esta debía tener. Por ello
Marx realiza la antítesis que devela los factores encubiertos en la administración que hacen
de la libertad los economistas políticos. De allí, surge que el trabajo se encuentra en la
paradoja de ser la forma para satisfacer las necesidades y llegar a la libertad, como también
la manera para ejercer la dominación y embrutecer al trabajador. En este sentido el autor
alemán hace hincapié en que para recuperar el carácter emancipatorio que la libertad
supone, hay que crear las condiciones para desarrollar el sentido de lo humano, lo cual implica potenciar la capacidad del ser humano para ser sujeto pensante y de acción. Sujeto
que es capaz de construir las condiciones materiales de su propia existencia.
Luego, en el contexto de las sociedades industriales avanzadas, Marcuse retoma el
proyecto histórico de emancipación, entroncando el planteamiento metaeconómico de Marx
con la metapsicología de Freud, de tal manera de desmontar el proceso de renovación de la
producción que el paso del fordismo al postfordismo despliega. Así el proceso de
enajenación que el viejo Marx deconstruyó se acentúa, pues es la propia consciencia la que
se enajena. Se intensifica el principio de realidad, fijando la energía humana a un régimen
productivo que la absorbe, aumentando la violencia sistémica de estas sociedades, junto a
las necesidades, medios y fines para satisfacerlas. De esto surge la confusión entre la esfera
de la necesidad y la esfera de la libertad.
De esta manera, llegamos a un momento histórico en que la libertad radicaliza su
vínculo con la razón neoliberal, pues allí se transparenta su relación con un tipo de poder,
donde la desconfianza radical ante el Estado y las libertades política basadas en la
comunidad y en la justicia social, son sistemáticamente relegadas al reducto de lo
irrealizable, de lo improductivo. Pues éstas son una amenaza para la libertad económica del
individuo.
Por lo tanto, la libertad en el contexto de la razón neoliberal en sus diferentes fases,
pone en marcha la naturalización e identificación inédita de esta forma de gobernar con el
potencial emancipatorio de la libertad. Esto significa instalar un orden en que impera el
como si de la libertad, el cual se manifiesta en el libre mercado, en la libertad de
producción, en la libertad de comercio, en la libertad de consumo, en el trabajador libre, en
la libertad de trabajo y en la libertad económica del individuo; pues aquellas suponen el
establecimiento del diseño de un marco económico-político-social que tiene una estructura
piramidal que en su cúpula tiene al libre mercado.
Por consiguiente el Estado viene a reafirmar las políticas que desde aquel marco se
instalan, constituyéndose cada vez más en un ente meramente gerencial, que alterna el
poder del Estado policial con la razón gubernamental, para producir efectos más extensivos
en el cuerpo de la población. De esta forma, el derecho en cuanto administrador del proceso inmunizatorio de la libertad, activa las leyes y reglas para llevar a cabo en un nivel micro,
las decisiones tomadas por los científicos representantes de la razón neoliberal.
Entonces, se acrecienta el principio de realidad en cuanto la razón neoliberal
implementa un tipo de dominación basado en el control férreo de la producción, que tiene
como estandarte el progreso material, que trae consigo las libertades económicas. Allí se
fijan las energías humanas a un sistema de necesidades que se vuelve un fin en sí mismo, el
cual pasa a ser un medio para el ejercicio de subordinación.
Así, la razón neoliberal contiene en sí el germen teórico-práctico de un tipo de
gobierno que busca su realización histórica, por lo tanto, en cierta medida es la realización
de la libertad. De este modo, se abre la paradoja de que el momento en que más se enarbola
la libertad es, a su vez, el momento en que el marco neoliberal reafirma con mayor
intensidad el sistema de control y seguridad sobre la humanidad.
General note
Tesis para optar al grado de Doctor en Filosofía con Mención en Filosofía Moral y Política
Identifier
URI: https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/146908
Collections
The following license files are associated with this item: